La integración entre TIGO-UNE y Movistar en Colombia, producto de la venta concretada hace tres meses, podría “generar beneficios en eficiencias y equilibro del mercado” pero es recomendable adoptar “medidas” tendientes a “evitar el riesgo de la consolidación de un duopolio” .Ese fue el resumen del concepto emitido por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTIC), ante la solicitud formal de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). La mirada oficial está en consonancia con la emitida hace una semana por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC).
La ecuación de mercado es parte de la observación formulada por el Ministerio porque, aunque la fusión podría equilibrar las condiciones de competencia para un actor dominante como Claro, también podría significar pasar de su ideal de cuatro operadores a tres… y de tres a un duopolio. La consolidación de los mercados, como producto de las fusiones y adquisiciones es uno de los desafíos más profundos que enfrenta la industria a nivel global, ya sea por la escala del negocio o por los desafíos de inversión, entre otros argumentos que dan cuerpo a una urgencia estructural.
El tamaño importa
La respuesta del MinTIC al requerimiento de la SIC (expediente No. 24-546942) busca dar respuesta a la intención de las operadoras de avanzar en una integración empresarial completa y evolucionar la colaboración iniciada en 2023, por la que se habilitó su compartición de infraestructura de red y de espectro; pero que ahora avanzaría hacia la fusión plena. Pero para el MinTIC, esta operación consolidaría a la fusionada como el segundo actor de mayor relevancia en el país, dueño del 40 por ciento del mercado; detrás de la dominancia de Claro, cuya cuota supera el 50 por ciento. Detrás, le siguen WOM con poco más del siete por ciento de la torta y algo menos del tres por ciento que reúnen los operadores móviles virtuales (MVNOs, por sus siglas en inglés).
En el documento del Miniserio, inclusive se citan los trabajos de revisión y competencia ofrecidos por el regulador en materia de competencia y ofrece dos miradas sobre un mismo escenario. Por un lado, dice que la aprobación de la integración podría aportar “ciertas eficiencias”, y lo ejemplifica con casos como los de economías de escala en la gestión de redes, sinergias en inversión para la implementación de nuevas tecnologías. Advierte que esto podría permitir que Claro tenga una competencia “más equilibrada” y lo valora como “positivo para el equilibrio del mercado y benéfico al consumidor”.
“Sin embargo, -agrega- paralelamente surge la legítima preocupación de que la reducción del número de competidores de cuatro a tres (y particularmente de tres operadores móviles de red de tamaño medio/grande a solo dos muy grandes) aumente el riesgo de efectos anticompetitivos, en especial aquellos de tipo coordinado entre los principales actores restantes”.
¿Cuáles serían los efectos de la integración, según el MinTIC?
La cartera advirtió que el posible impacto negativo de la industria podría darse en varios sentidos. Uno de ellos, de corte estructural con efectos unilaterales, porque esta ecuación iría en desmedro del desarrollo de ciertos verticales y del potencial desarrollo de MVNOs. Por eso, valora “razonable y técnicamente sustentado que se impongan medidas específicas orientadas a mantener las condiciones de acceso mayorista que actualmente ofrecen los intervinientes, y prevenir un retroceso en dichas políticas por alineamiento con el comportamiento de Claro”.
Además, aseguró que “no se trata de imponer una carga injustificada al ente integrado, sino de garantizar que no desaparezca el acceso a insumos esenciales que hoy existen y que resultan vitales para la contestabilidad del mercado”, y precisó que debería incluir el acceso mayorista a RAN con tarifas orientadas a costos marginales y por un período transitorio razonable, así como la continuidad del alojamiento para MVNOs.
Otra posible consecuencia podría estar dada por la coordinación de los actores dominantes: “Cuando un mercado altamente concentrado pasa de tener cuatro competidores a tan solo tres (dos de ellos con cuotas dominantes), aumenta de forma importante el riesgo de los llamados efectos coordinados”, dijo.
La condición de concentración y de pocos competidores, la simetría que pasarían a tener los dos operadores líderes, la capacidad de transparencia de la industria, el posible surgimiento de “guerras de precios focalizadas” en regiones o en mercados específicos; a la vez que eleve aún más las altas barreras de entrada estructural a otro operador, son otros de los posibles impactos nocivos señalados.
La cartera también plantea que podría existir un impacto nocivo en materia de la infraestructura y de espectro radioeléctrico. En ese sentido, por ejemplo, precisa que la red resultante de la integración se traduciría en una infraestructura con 16.063 estaciones base que soportarían 113.060 sectores, extendiéndose a cerca de 1.000 municipios y reuniendo cerca del 37,9 por ciento del total de sectores activos a nivel nacional.
“Esta reconfiguración del mercado plantea desafíos relevantes para WOM, en tanto que sus competidores directos pasarían a operar redes con alcance y densidades que permiten mayor eficiencia en la prestación del servicio”, dijo y planteó que “el mantenimiento de una dinámica competitiva equilibrada dependerá de que WOM pueda continuar expandiendo su cobertura y accediendo en condiciones razonables a insumos esenciales como infraestructura pasiva, espectro complementario y acuerdos de acceso mayorista, en un entorno donde los incentivos a cooperar podrían reducirse tras la consolidación de los actores principales”.
Imagen creada con IA
La sentencia del MinTIC es clara: “Cuando una integración reduce sustancialmente el número de competidores en el sector de telecomunicaciones, se hace necesario adoptar medidas correctivas que preserven o fomenten la rivalidad en el mercado. Esto puede implicar el fortalecimiento de un operador más pequeño o la habilitación de nuevos entrantes, con el fin de evitar la consolidación de un duopolio que perjudique la competencia efectiva”.
¿Cuáles son las recomendaciones?
A lo largo de casi 40 páginas, el documento -disponible aquí- ofrece una serie de recomendaciones caracterizadas por la propuesta de buscar la “estabilidad” de las condiciones comerciales para los MVNO; de “garantizar el acceso mayorista a la red de acceso del ente integrado” bajo un esquema de RAN por capacidad en favor de terceros operadores móviles.
También, en lo concerniente a “regular las tarifas sobre la base de costos marginales para el acceso mayorista y la vigencia temporal mínima para la obligación de acceso mayorista a RAN” y la conversión de las condiciones de regulación sectorial simétrica aplicable al operador dominante, el seguimiento “estricto de precios minoristas post-integración” y facilitar una “ventana de portabilidad en implementación de la integración”.
Tres conclusiones y una propuesta
Del análisis del MinTIC se desprenden tres conclusiones sobresalientes: que la integración entre TIGO-UNE y Movistar en Colombia podría generar “potenciales eficiencias y la posible mejora en el equilibrio competitivo frente al operador dominante” pero “existe preocupación por los efectos negativos esperados sobre la competencia en ausencia de medidas mitigantes”. De ese riesgo, el gobierno señaló la posible coordinación tácita en un mercado altamente concentrado y el impacto adverso sobre los competidores más pequeños y los MVNOs.
“Por tanto, en caso de que la SIC decida autorizar la operación, sugerimos evaluar que dicha autorización debería supeditarse al cumplimiento de las medidas propuestas en la sección anterior, encaminadas a preservar un entorno competitivo saludable”, dijo la cartera que reafirmó su defensa de la competencia del sector y propuso la conformación de mesas técnicas interinstitucionales en conjunto con la SIC y la CRC para dirimir el caso.
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