El avance de la arquitectura cloud-native en las telecomunicaciones está marcando un antes y un después en la forma en que los grandes operadores afrontan sus retos de negocio, operativos y tecnológicos. Más que una simple modernización de infraestructuras, el cambio supone una reinvención completa en la gestión del talento, la cultura organizacional y el enfoque hacia la eficiencia y la innovación.
El debate ya no es si las telcos deben migrar a la nube, sino cómo hacerlo con impacto real y sostenido. Aí quedó claro en el panel celebrado durante el DSP Leaders World Forum de TelecomTV celebrado esta semana en Windsor. Para Franz Seiser, vicepresidente y responsable de core networks en Deutsche Telekom (DT) Technik, el compromiso es claro: “estamos en una misión de mover todo a cloud-native”. Para la operadora alemana, este proceso incluye tanto el core móvil y las bases de datos de clientes como el plano de control de la red fija. La visión es que “a finales del próximo año tendremos una cantidad significativa de cargas de trabajo en la nube, y para 2027-2028 la gran mayoría funcionará en una telco cloud horizontal”.
La clave de este salto está en la velocidad y la resiliencia. Seiser destaca que “en cloud native hablamos de pocos días. En sistemas legacy, nos alegramos si hablamos de semanas, si no de meses. Así que es una diferencia tremenda en la velocidad que se obtiene al pasar a esa arquitectura horizontal”. Esta rapidez permite no solo acelerar el lanzamiento de nuevas funciones, sino también mejorar la respuesta ante las amenazas. “Estamos en tiempos en los que las amenazas y los ciberataques aumentan constantemente, y hay que mantener la red al día y a la velocidad necesaria para protegerla. Y en esto cloud native ayuda enormemente”, afirma Seiser, subrayando el valor de la automatización y la estandarización para orquestar todo el entorno.
Ahora bien, la transición no se limita a la tecnología. Laura Murphy, senior transformation lead en network services de BT Group, introduce un matiz crucial: el cambio solo es sostenible cuando la estrategia está alineada con una visión clara y compartida por toda la organización. “Para empezar, hay que ser muy, muy claros en el ‘por qué’: por qué existe la estrategia, cuál es la propuesta de valor para el cliente, cuál es el ritmo y la escala. Y cuando tienes eso muy claro y comunicado a todos, el siguiente paso es reflexionar sobre la organización: dónde estamos en nuestra capacidad para cumplir esa estrategia”.
Para Murphy, la transformación cloud-native exige revisar la calidad de los datos, las habilidades del personal, la cultura interna y la gobernanza. “Ese enfoque holístico que abarca tecnología, herramientas, personas, cultura, datos, gobernanza y regulación te da la capacidad de salir de la prisión del proof of concept”, explica, insistiendo en que “no se trata solo de desplegar tecnología, sino de la organización en la que se implementa”.
Abir Hossain, vicepresidente de tecnología y operaciones en Elisa, aporta la perspectiva de un operador que ha hecho de la automatización un pilar para diferenciarse. Para Hossain, “cuando hablamos de cloudificación, no puede ser un proyecto de IT en sí mismo. Muchas veces se impulsa desde el área tecnológica, pero hay que lograr que no sea solo un proyecto de IT ni un simple ‘lift and shift’, sino que sea realmente transformacional, que tenga impacto en el negocio y construya una diferenciación competitiva”.
El caso de Elisa es ejemplar ya que “en Elisa no hemos tenido en los últimos nueve años ningún incidente de nivel A, mientras que en el mercado ha habido más de 60; esto solo ha sido posible gracias a la automatización derivada de la cloudificación”. Sin embargo, Hossain reconoce que todavía cuesta trasladar ese valor al resto de la compañía. “Cuando pasas a las áreas comerciales, aún no hemos logrado mostrar todo el valor que aporta”.
La visión de los proveedores tecnológicos añade nuevas capas de complejidad y oportunidad. Daryl Jordan-Smith, chief revenue officer de Wind River, resalta que los clientes buscan plataformas comunes y una automatización creciente, apalancada en inteligencia artificial (IA), para lanzar servicios y escalar rápidamente hacia nuevos sectores. “Nuestros clientes están muy enfocados en cómo crear una plataforma o infraestructura común que les permita escalar… y lo que hemos visto recientemente es automatización a través de tecnologías de IA”.
Jordan-Smith expone resultados concretos en otros sectores. “Hemos podido hacerlo y, demostrablemente, podemos compartir los datos, con un veinte por ciento menos de coste, un treinta por ciento más de eficiencia y un cuarenta por ciento mejor código. Y esas son cosas muy tangibles a las que podemos referirnos en términos de retorno sobre la inversión”.
Por su parte, Vivek Chadha, SVP y global head of telco cloud en Rakuten Symphony, observa que los operadores se agrupan en dos velocidades. “Las conversaciones con clientes se dividen en dos grandes grupos. Uno es el de ‘run the business’, enfocados en eficiencia operativa y automatización, y el otro es ‘change the business’, donde la alta dirección se pregunta cómo aprovechar cloud-native para cambiar el negocio, no solo como tecnología sino como una forma de operar”. Esta distinción, según Chadha, refleja una madurez creciente ya que mientras unos buscan simplemente ser más rápidos y eficientes, otros aspiran a reinventarse y explorar nuevas fuentes de ingreso gracias a las capacidades de la nube.
Las conexiones entre los temas son evidentes. La automatización es el hilo conductor que une eficiencia y resiliencia; la cultura y la estrategia organizativa determinan el alcance real del cambio; y la capacidad de trasladar los avances técnicos a toda la organización sigue siendo el desafío pendiente. El panel dejó claro que la nube ya no es un “experimento” ni una moda, es una palanca fundamental para ganar velocidad, escalar nuevas soluciones y sobrevivir en un sector donde la agilidad es la nueva moneda de cambio.
Al final, la transformación cloud-native representa mucho más que una migración tecnológica. Es un proceso cultural y estratégico que redefine cómo se innova, cómo se gestiona el talento y cómo se compite. El sector telco que logre traducir la promesa de la nube en agilidad real y ventaja de negocio será quien marque el paso en los próximos años.