COBERTURA ESPECIAL – Pablo Guntanis, Chief Commercial Officer (CCO) de Ring Centrales, ISP con cinco años de vida y unos 15.000 clientes, adquirió espectro para despliegues regionales en la última subasta de espectro 5G en Costa Rica y por estas horas se corona con el anuncio oficial de la firma de los contratos de concesión. En diálogo con TeleSemana.com, precisó detalles de los esfuerzos en los que abrevan para capitalizar esta apuesta que entienden de largo plazo. Redes privadas, acceso fijo inalámbrico (FWA, por sus siglas en inglés) e Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) en el foco de lo urgente y lo posible
¿Qué involucra para ustedes la incorporación de espectro radioeléctrico para quinta generación móvil? Entiendo que la apuesta estará centrada en redes privadas.
Somos un operador costarricense que se inició hace cinco años, con una licencia de telecomunicaciones para comercializar servicios de voz sobre IP. Desde el inicio, nuestro objetivo es presentar al mercado soluciones innovadoras, diferenciadas, enfocadas en los pequeños empresarios, que son los que más luchan por tener conectividad, por guardar sus costos, etcétera.
Durante estos años, también lanzamos una central telefónica en la nube, que es nuestro producto de nicho y desde el que logramos pelear en el segmento enterprise, pero enterprise pequeño: es a la carta y por el que pagás lo que consumís; es muy bueno para todos porque les da mucha flexibilidad.
Nosotros siempre pensamos migrar a ser operador móvil, pero por el tamaño de la empresa y por las restricciones del mercado no pudimos. A pesar de que obtuvimos una licencia de operador virtual móvil hace tres años, no logramos que en el mercado las grandes operadoras nos dieran acceso a la red de datos, precisamente, porque cada operador protege su mercado. Hemos tenido algunos problemas, que hemos resuelto casi a nivel regulatorio, porque no los hemos podido resolver de manera amistosa.
Cuando surgió la posibilidad de optar por espectro 5G, nos sorprendimos porque en casi todo el mundo es espectro accesible sólo para grandes operadores, por grandes bloques de frecuencia, grandes extensiones de cobertura y con precios que no están al alcance de operadores medianos o pequeños, como es nuestro caso.
La Sutel, que es el regulador costarricense, tuvo la idea de sacar en el concurso bloques regionales para operadores pequeños y, al principio, nos dio sorpresa. Inclusive, no pensábamos que fuéramos a cumplir con los requisitos iniciales y resulta que cumplíamos y dijimos “¿por qué no?”. Es una oportunidad única.
¿Cuál es el foco?
Nosotros tenemos capacidad para buscar mercados de nicho porque sabemos que 5G ha tenido muchos problemas para monetizarlo en grandes despliegues masivos, y sabemos que el despliegue masivo en red móvil no es el camino, porque no vamos a competir con los operadores grandes. Ya nos dimos cuenta de que ahí no somos competitivos.
Nosotros somos competitivos o vamos a ser competitivos, en servicios de nicho, sofisticados, de alta tecnología, porque tenemos la capacidad de traer tecnología fresca, nueva y de negociar con proveedores. Las negociaciones que hacemos son basadas en la parte técnica y económica y en que el proyecto sea rentable y factible, desde los dos puntos de vista. Pero al ser una empresa que tampoco tiene una estructura tan grande, podemos ser muy dinámicos y muy eficientes en ese proceso; y ahí estamos.
Ya firmaron el contrato
Sí, firmamos el contrato la semana pasada. Hoy se hace la conferencia de prensa en casa presidencial, en la que se va a anunciar el lanzamiento. Falta un proceso aún, una formalidad: que la Contraloría refrende los contratos. A partir de ahí, ya arranca el plazo. Es decir, nos dan el pitazo de salida y cada quien deberá arremangarse y sacar los proyectos, porque ese va a ser el gran reto: el de sacar a la calle los proyectos y los servicios.
¿En qué regiones les tocó recursos y cómo las caracteriza?
Lo que hicimos fue tratar de obtener los cantones en los que está concentrada la mayor cantidad de población del país. Al final, fuimos adjudicados en 11 cantones que representan más del 50 por ciento de la población, pero también donde está el sector productivo localizado porque nuestro producto y servicio está enfocado al sector de manufactura, al logístico, al empresarial. Inclusive, no vamos a apostar tan fuerte por el sector de agricultura porque es un sector muy extensivo, que requiere de mucho despliegue.
Estamos pensando en hacer despliegues muy puntuales, con casos específicos y que vayamos financiando a través de servicios que vayamos cerrando con clientes específicos.
¿Qué tipo de servicios?
Estamos pensando en redes privadas y en algunos puntos, Internet de punto fijo 5G, pero es en redes privadas donde está la mayor oportunidad.
¿Y de acceso fijo inalámbrico?
Sí, ahí estamos viendo también algunas oportunidades y también de nicho porque en Costa Rica ya hay un despliegue de fibra óptica muy grande. En este país, el acceso de los servicios es muy alto, en tecnología, pero hay zonas rurales que todavía tienen un desfasaje. Nosotros estamos pensando en que esa última milla, tal vez en condominios o en zonas muy puntuales, podríamos usar ese acceso inalámbrico de una manera más fácil para el cliente.
Aquí, hay mucha comunidad cerrada, privada, donde la barrera de entrada está dada por toda la canalización de telecomunicaciones. La mayoría de las veces, estos servicios se lo dan a una sola empresa (la que luego lo prestará), pero cuando ya estás brindando un servicio inalámbrico eso no importa, porque el servicio está en el aire y quien quiera puede acceder.
En ese plan vemos alguna oportunidad, como también en el ecosistema de dispositivos IoT que aquí se ha explorado poco, porque no existía la tecnología, ni se podía usufructuar las frecuencias.
Nosotros ya estamos buscando alianzas con proveedores para no sólo ser un proveedor de la conectividad, sino un proveedor de un servicio final, que podría generar beneficio en diferentes sectores.
Esto no va a ser de un día para otro, va a llevar camino, se va a tener que consolidar; y las empresas van a tener que creer que esto les va a generar un beneficio también.
Claro, concientizar, evangelizar
Y este es parte del trabajo, porque nadie va a pagar un servicio si no tiene un beneficio, por más 5G que haya disponible; es una realidad. El 5G a nivel de telefonía móvil no va a traer ningún cambio, y de eso estamos totalmente seguros.
El único cambio es que el dispositivo va a desplegar el 5G en lugar del 4G, pero no les va a dar mayor cobertura y quizás, ni siquiera mayor velocidad. Sabemos que por ahí no es el camino y se lo vamos a dejar a los operadores móviles, porque a ellos les resulta conveniente desplegar esa marca 5G.
Nos interesa generar esos servicios de valor agregado para clientes finales e ir disminuyendo esa brecha tecnológica que tenemos como país, para adentrarnos en la tecnología de futuro. Por eso también apostamos mucho en las bandas milimétricas. El 80 por ciento de nuestro ancho de banda está en las milimétricas, que son frecuencias muy especiales, que tienen sus limitaciones, pero también muchas ventajas. Nosotros vemos que el futuro está ahí.
¿Qué opinión les merecieron las obligaciones de hacer que involucró el cartel?
Nos parece que son muy razonables; inclusive creemos que pudieron haber sido más estrictas. Sin embargo, también hubiera sido una barrera de entrada para actores como nosotros. Además, tenemos cinco años para cumplir las obligaciones de despliegue y no vemos ahí un problema. Es más, lo vemos como una oportunidad y creemos que si logramos desarrollar el potencial de frecuencia que tenemos, vamos a superar ese despliegue mínimo que nos impuso la administración.
Una de las cooperativas eléctricas que se había postulado, Alfaro Ruiz, tuvo que abandonar el proceso porque no hicieron bien la ecuación financiera para avanzar con el proyecto. ¿Fue difícil dar con esas ecuaciones financieras, con las garantías? ¿Cómo fue esa parte?
Excelente pregunta. Te puedo decir que nuestra ecuación financiera no está observada, esto es una apuesta, es un riesgo, es una concesión y es un proyecto a muy largo plazo. Estamos hablando de 15 años de inicio y 10 de prórroga, entonces, no lo vemos como una inversión que tenemos que rentabilizar mañana. Lo vamos a rentabilizar a mediano y largo plazo, y ahí era muy importante comprometerse a hacer cosas que uno pudiera y con capital propio, o por lo menos con una inversión que uno pudiera asumir como empresa.
Para el día antes de la subasta, hicimos 10 modelos diferentes, teníamos el mínimo y un escenario máximo, y finalmente quedamos en un intermedio, en el que nos sentíamos cómodos con el nivel de inversión y con las obligaciones. Y creo que esto era muy importante.
También decidimos no participar en las bandas de 900 MHz, porque tenían requisitos de despliegue mucho más ambiciosos que el resto, y nosotros creímos que no nos iba a aportar mayor cosa. Entonces, fueron una serie de pequeñas decisiones que tomamos.
Hoy, si me preguntas si hubiera hecho algo diferente, diría que posiblemente haría cambios; pero es lo que es, fueron las decisiones que tomamos. Estamos aprendiendo en el camino y también aparecen retos.
Más bien, estamos agradecidos de que pudimos participar en la subasta y que logramos ser adjudicados. Somos la única empresa privada del país, de capital costarricense, que está ahí metida y eso nos llena de orgullo.
Nosotros no tenemos prisa en caminar rápido, pero sí en caminar bien, y hacer las cosas bien, pero sobre todo en poderle ofrecer al mercado servicios muy sofisticados de alta tecnología que realmente generen valor, y que nos vean a nosotros como un partner tecnológico. Ir consolidándonos poco a poco en este ecosistema que es el futuro, y que se va a ir desarrollando conforme pasen los meses.
En cuanto a las cooperativas, ellos son empresas públicas y tienen otros procesos de decisión; no es tan fácil. Tienen una serie de amarras que nosotros no y tampoco dudo que ellos, con la capacidad técnica probada que han tenido en las áreas donde trabajan y donde se han desenvuelto, lograrán atravesar estos retos también; como lo han hecho en el pasado con otros como la ejecución eléctrica, la generación eléctrica, y ese tipo de cosas.
Por estos días, el Micitt ya comenzó a hablar de una futura y cercana subasta de espectro para redes privadas ¿Eso genera una nueva oportunidad para ustedes o es mucho?
No, yo creo que es una oportunidad para todos, y para el mercado por sí solo. La competencia siempre es buena: nosotros, en telefonía competimos con unas 15 empresas que dan el mismo servicio y tenemos que diferenciarnos. En el servicio de SMS, pasa lo mismo. Con esto, puede que comencemos solo nosotros. Creo esta es una oportunidad para tener una ventaja en el camino, pero que lo que genera dinamismo en el mercado es la competencia; el acceso a los recursos escasos de manera, digamos, justa y democrática.
Nuestro eterno dilema con los operadores grandes es que, cada vez, cierran más sus propias redes. Entonces, cada vez que tenemos que ir donde ellos a buscar que se cumpla la regulación, siempre es un no. Y, entonces tenemos que elevar esos casos a nivel regulatorio: todos los hemos ganado, pero ¿para qué tanto desgaste? Si la ley ya está ahí, es para cumplirse. Es el modus operandi de ellos y lo entendemos, están protegiéndose. Nosotros seguimos nuestro camino, abriéndonos campo, teniendo abiertos todos los derechos que requiramos como operador para accesar al resto de las redes del país; ahora con 5G, seguimos con la misma mentalidad, la misma filosofía.
Si se abren esos procesos (licitatorios) seguramente participemos porque ya sabremos exactamente qué es lo que vamos a necesitar, muy por el contrario, a como arrancamos ahora, que no teníamos nada y debíamos imaginar escenarios
¿Y el reglamento de ciberseguridad les representó algún tipo de inquietud, de problema?
Sí, porque nos limita a los proveedores. No es un secreto que los proveedores chinos son más competitivos en precio y quizás, en tecnología, tampoco haya mucha gran diferencia, o hasta se pudiera decir que tienen productos más avanzados. Es lo que hay, son las reglas del juego y hay que adaptarse. Ni referirse porque no podemos cambiar la realidad y estamos trabajando para cumplir con todos los reglamentos y todas las condiciones que nos exige el contrato.
¿Qué expectativas tienen para 5G y para lo que se viene?
Esto no va a ser de un día para otro. El 5G no va a empezar a dar frutos en un año o dos años, va a llevar su tiempo y vamos a tener que trabajar todos en crear un ecosistema para que esas frecuencias puedan ser usadas de forma correcta, pero sobre todo que generen valor agregado a los clientes, a las industrias. Va a tomar tiempo, quizás lo más rápido que se pueda ver es el simbolito de 5G en las redes de telefonía celular, pero el resto, la tecnología realmente cambiando o generando valor a los usuarios lo veo a mediano plazo. En el medio, va a haber un trabajo muy fuerte de parte de los actores para generar ese ecosistema que es el que va a hacer valer el uso de esas frecuencias.