- En un mundo donde todos hablan de Inteligencia Artificial, su verdadero propósito —aumentar la productividad y generar bienestar— corre el riesgo de perderse
- En la práctica, esta tecnología ya está transformando la forma en que las empresas operan y mejoran la experiencia de sus usuarios
- Pero su implementación no es automática: requiere visión, estrategia y un compromiso profundo con la innovación
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