Entre abril y junio, la brasileña Oi reportó una utilidad neta consolidada de 671 millones de reales (191 millones de dólares) gracias a la venta de Portugal Telecom a Altice, revirtiendo las pérdidas de 447 millones (127,1 millones de dólares) registradas el trimestre anterior y las de 271 millones (77,1 millones de dólares) contabilizadas en igual período de 2014.
Además, el operador consignó una caída del 5,2 por ciento en sus ingresos hasta 6.784 millones (1.930,3 millones de dólares). El Ebitda totalizó 1.899 millones (540,3 millones de dólares), un incremento del 3,6 por ciento en relación al segundo trimestre de 2014, mientras que el margen mejoró en 2,4 puntos porcentuales y llegó al 28 por ciento.
En el segmento residencial, Oi registró ingresos por 2.460 millones (699,9 millones de dólares), una baja del 2,4 por ciento. El ARPU al cierre de junio creció 6,2 por ciento y alcanzó los 78,5 reales (22,3 dólares), beneficiado por las iniciativas de cross selling y up selling impulsadas por la compañía
En el segmento móvil, Oi registró una facturación de 2.018 millones de reales (574,2 millones de dólares), una caída anual del 9,3 por ciento que responde al impacto de la caída de las tarifas de interconexión y una baja en los ingresos por ventas de equipos como consecuencia de la externalización de su negocio de terminales. El ARPU móvil cayó consecuentemente un ocho por ciento hasta los 16,3 reales (4,6 dólares).
La deuda de la firma ascendía a 34.644 millones (9.857,8 millones) en junio. Su reducción es una prioridad para Oi, que planea poner en venta una importante cantidad de activos inmobiliarios y torres con el objetivo de sanear sus finanzas.
Al cierre del semestre, el operador registró 47,7 millones de usuarios móviles, 16,7 millones de suscriptores residenciales —telefonía fija, banda ancha y TV paga— y 7,7 millones de clientes corporativos. En el último año, estas bases se redujeron en un 1,8 por ciento, 4,1 por ciento y 4,1 por ciento, respectivamente.
