Hoy, viernes cuatro de noviembre, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) abrió las ofertas técnicas de los dos consorcios que se habían presentado para la licitación de la red compartida en 700 MHz. Esto trajo una sorpresa: el consorcio Rivada Networks fue declarado insolvente, por no presentar una una garantía de seriedad. De esta manera, solo se mantiene en competencia el consorcio Altan, compuesto por los operadores mexicanos Axtel y Megacable y fondos de inversión internacionales.
La oferta económica de Altan será evaluada el próximo 17 de noviembre, y en caso de ser aprobada, se dará a conocer su oferta de cobertura y calendario de despliegue de la red.
Con esta decisión se apagan las esperanzas del gobierno mexicano de atraer operadores internacionales al proyecto de red compartida, que en sus primeras etapas supo captar el interés de inversionistas chinos. Ahora, excepto que la oferta económica de Axtel y Megacable no cumpla con los requisitos de la SCT, todo indica que serán dos operadores locales los que tomarán las riendas del proyecto.
La SCT estimaba hace algunos meses que la red compartida demandaría una inversión de 7.000 millones de dólares para instalar unas 12.000 radiobases alrededor del país. La cifra no es menor para dos operadores locales cuya facturación es de 14.577 millones de pesos mexicanos (753,9 millones de dólares) en el caso de Megacable y 2.832 millones de pesos (146,46 millones de dólares) en el caso de Axtel — y por eso el apoyo de los fondos de inversión será fundamental para este proyecto—.
El 17 de noviembre se abrirá un nuevo capítulo y sabremos aún más qué perspectivas hay para el desarrollo de la red.
