Para las empresas de telecomunicaciones, organizaciones basadas en infraestructura tecnológica y acostumbradas a administrar cambios en la misma, el desafío es el mismo, pero más complejo.
En efecto, esta era que han decidido llamarla de la “transformación digital” está involucrando a todos los actores, ya sean industrias, gobierno, ciudades, personas, cosas; todos esos actores son consumidores de los servicios que ofrecen las empresas de telecomunicaciones, por lo que demandan, o van a demandar, de alguna forma que éstas últimas estén a la altura de la transformación requerida.
No obstante, a las telcos, que han sido early adopters en todos los cambios tecnológicos, siempre les ha costado transformarse. En efecto, el tamaño, la edad de la organización, su complejidad de procesos y su cultura han sido barreras difíciles de superar. Hoy tienen nuevas herramientas, pero la pregunta es dónde poner el foco, cómo priorizar, y dónde están las capacidades.
