El operador brasileño Oi aumentó un 12,2 por ciento anual sus inversiones —10 por ciento trimestral— hasta 1.500 millones de reales (396,3 millones de dólares) en tres meses. Se trata de un adelanto del ciclo de inversiones previstos en el Plan de Capex Incremental, que la compañía delineó para empujar su plan de negocios tras el proceso de reorganización judicial.
El desembolso está dirigido a la implementación de fibra óptica, con la meta de alcanzar más de un millón de hogares con FTTH para finales de 2018. Actualmente, la red de fibra de Oi cubre cerca de 25 ciudades.
La inversión en redes fijas se enmarca en un crecimiento de la televisión paga por encima del mercado y una mayor intensificación comercial para su servicio de banda ancha, lo que le permitió al operador reducir el ritmo de reducción de ingresos. La facturación de este segmento totalizó 2.084 millones de reales (550,67 millones de dólares) en el tercer trimestre, una baja del 10,2 por ciento en relación al tercer trimestre de 2017. La baja secuencial en los ingresos por servicios residenciales fue de 1,5 por ciento, menos de la mitad del trimestre anterior. El ARPU residencial fue de 80,2 reales (21,19 dólares) en el trimestre).
En servicios móviles, Oi logró revertir la tendencia a la baja con un crecimiento del 1,1 por ciento de la facturación comparado con el trimestre inmediatamente anterior. En términos anuales, la compañía redujo un 6,5 por ciento sus ingresos y un ocho por ciento su base de clientes, siguiendo la tendencia de un mercado en contracción. El ARPU se situó en 16,1 reales (4,25 dólares)
Los resultados del trimestre, tanto en el segmento residencial como móvil, muestran que el crecimiento de la actividad comercial y los nuevos planes lanzados tuvieron buena aceptación en el mercado, aunque todavía no alcanzaron el suficiente impacto para revertir la tendencia a la baja en la comparación interanual. La próxima semana el operador podría ejecutar finalmente su capitalización con la emisión de 3.225 millones de nuevas acciones ordinarias con el objetivo de captar hasta 4.000 millones de reales (1.056 millones de dólares) para impulsar su plan de crecimiento.
Mientras tanto, el operador brasileño apunta a la eficiencia operacional y el control de costos para sanear su economía. En el tercer trimestre, el Opex de rutina se redujo un ocho por ciento anual o un 12 por ciento si se considera la inflación en el período.
Durante el trimestre, los ingresos por las operaciones brasileñas totalizaron 5.431 millones de reales (1.435 millones de dólares) un decrecimiento del 8,2 por ciento anual. El Ebitda del grupo alcanzó 1.459 millones de reales (385,5 millones de dólares), con un margen del 26,8 por ciento. La compañía registró un prejuicio de 1.340 millones de reales (354 millones de dólares) por el incremento de los gastos de financiamiento, entre otros.
La deuda líquida, tras el proceso de recuperación judicial se redujo un 75 por ciento anual hasta 10.976 millones de reales (2.900 millones de dólares).
