Paraguay: primeros pasos del Mitic permiten alimentar las dudas de sus detractores

Para disipar una duda, cualquiera sea, se requiere una acción. La famosa frase que se adjudica al historiador Thomas Carlyle sirve como puntapíe para hablar de los primeros pasos del cuestionado Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación del Paraguay (Micit). Es que lejos de romper con hechos las dudas y fantasmas que se formaron desde su puesta en marcha, ya recibió protestas por supuestas irregularidades en la adjudicación de un proyecto en diciembre pasado.

Esta historia comienza hace algunos meses, bajo cambios políticos locales que ayudan a explicar la cantidad de hechos en poco tiempo. En abril de 2018 Mario Abdo Benítez ganó las elecciones y comenzó su preparación para asumir el cargo de presidente de Paraguay, como luego lo haría, en agosto. En el medio, diputados afines al entrante propusieron la creación de un ministerio sectorial como “entidad técnica e instancia rectora, normativa, estratégica y de gestión de políticas públicas relacionadas con las comunicaciones y las tecnologías de la información”.

En septiembre, ya con Abdo en el poder, Diputados aprobó el borrador y un mes más tarde, previa luz verde del Senado y el visto bueno del presidente, el Mitic inició funciones. La nueva cartera resultó de la fusión de la Secretaria Nacional de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Senatics) y la Secretaria de la Información y Comunicación para el Desarrollo (Sicom). Absorbió recursos sectoriales para su funcionamiento y entre sus metas se dispuso la de ser nexo entre el Estado y la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y la estatal Copaco.

Las múltiples funciones de la nueva cartera generaron fuerte rechazo de la oposición, que la llama desde su creación “Superministerio”. Incluso sugirieron que el oficialismo implementó el Micit para ayudar desde allí a sectores afines y hasta ser juez y parte en temas relacionados con Copaco. Desde el gobierno descartaron las acusaciones siendo enfáticos en negar objetivos paralelos a los que figuraban en el proyecto y los que, defendieron, fueron ampliamente discutidos en las etapas correspondientes.

Como si la tensión no fuera la suficiente, se agregó un punto a la discusión: la designación del ministro.  El 24 de octubre juramentó para ejercer el cargo Alejando Peralta Vierci, quien desde hacía algunos meses estaba al frente de Sicom. Antes de eso, fungía como director de Medios del Grupo Vierci, dueño de varios de los principales medios del país. “El control de los intereses estará en manos de un fortísimo jugador del negocio de las comunicaciones en el sector privado”, alertaba entonces a La Nación el extitular de Sicom, Augusto Dos Santos.

Con las especulaciones a flor de piel, los ojos apuntaban a los primeros movimientos del Micit. Quizás ellos podrían haber servido para disipar las dudas con acciones, pero funcionaron en dirección contraria. La provisión de equipos para el suministro, instalación y ampliación de la Red Nacional de Fibra Óptica quedó en manos de la firma Celexx. Esto sucedió 55 días después de que la cartera iniciara funciones, según registró el periódico paraguayo, y abrió una nueva polémica.

La licitación se completó por un valor de 12 millones de dólares, tras una puja entre quien resultó ganador y la firma SSD. La polémica se despertó antes, cuando la firma Bullers denunció que el pliego de bases y condiciones incluía requerimientos no indispensables que terminaron por limitar la competencia. Se exigió la provisión de bienes específicos de Huawei, generando una dependencia tecnológica que, para el denunciante, carecía de sentido.

El Micit indicó por entonces que la idea era que los avances se vieran lo más rápido posible. Para Bullers, en tanto, el rendimiento esperado podía alcanzarse con cualquier otra marca siempre que establezcan criterios de integridad. Por eso, consideró que no existían ventajas competitivas reales del adjudicatario frente a otras empresas. Su denuncia finalmente fue desestimada por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), lo que dio luz verde al Estado para anunciar al ganador apenas unas horas después.

El 16 de enero se hizo el primer desembolso a favor de Celexx, a la que se pagó 2,4 millones de dólares. De esta forma se dio por terminada este caso particular pero el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación del Paraguay se mantendrá en el ojo de la tormenta como resultados de especulaciones y decisiones propias que no ayudan precisamente a despejar dudas.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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