Cuando lo anunciaron MásMóvil y Euskatel, ya se decía que, en Italia, Vodafone y TIM estaban analizando una estrategia similar. Pero fue recién esta semana cuando las compañías confirmaron lo que todos ya sospechaban: están analizando la compartición de infraestructura activa para la 5G y la expansión de su acuerdo para compartir elementos pasivos de la red. Incluso e está evaluando una potencial combinación de sus torres en una única entidad.
Los operadores italianos firmaron un memorando de entendimiento como un primer paso a un futuro acuerdo que permita realizar en conjunto el despliegue de infraestructura 5G.
Se sabe que la 5G demandará grandes inversiones y los dólares que ambos operadores ya han invertido en espectro ya resultan demasiado abultados como para duplicar también las inversiones en nueva red. La compartición de elementos activos, aseguran los operadores, permitiría un desarrollo más rápido de la 5G y en un área geográfica más grande, a un menor costo —quizás la parte más importante de este acuerdo—.
Vodafone y TIM parecen mostrar en el comunicado que, si bien la compartición parece una excelente forma de mejorar los costos de implementación de la red, todavía quedan muchas cuestiones por las que trabajar. Por ejemplo, deberán ponerse de acuerdo en las cuestiones técnicas y comerciales en grandes ciudades, dónde “alguna de las dos partes podría llegar a querer retener cierta flexibilidad estratégica”. Compartir sin perder las ventajas de una red propia es el principal desafío.
La 5G parece empujar a los operadores a compartir la red, aunque el comunicado de Italia demuestra que, todavía, se deberán resolver algunas cuestiones que tradicionalmente han bloqueado una colaboración mucho más estrecha entre los operadores. Por ahora, Vodafone y TIM se comprometen a extender su acuerdo de compartición de infraestructura pasiva de 10.000 sitios actuales (aproximadamente el 45 por ciento de las torres pasivas de ambas compañías) a un acuerdo nacional. El resto, todavía está en discusión.
