La transformación digital es un concepto utilizado cada día en el mundo de las telecomunicaciones. La idea de la cuarta revolución industrial se mezcla con automatización de procesos, hardware y quien sabe cuántos ítems más para un resultado tan prometedor como peligroso. Prometedor porque es el momento de hacer todo más fácil y eficiente, y peligroso porque no prepararse a tiempo puede ser letal.
Ya se ha visto que la adaptación del negocio de los operadores es clave para poder sobrevivir en el mundo que viene, con cada vez más empresas formando parte del ecosistema de ingresos. También se ha dicho que quienes no se adecúen pueden convertirse en tubería tontas donde pasen todos sin pagar peaje. Pero, en paralelo, las firmas de telecomunicaciones pasan por un proceso similar a las otras en cuanto a la necesidad de una reorganización para aprovechar las ventajas que trae consigo la era digital.
En este contexto es que Telefónica cambia su estructura en Chile con el objetivo de simplificarla y ser más ágil. Las modificaciones fueron revisadas y aprobadas en la junta de accionistas esta semana. Incluye, además de cuestiones operativas, movimientos a favor de su compromiso institucional de tener el 30 por ciento de los cargos ejecutivos con representación femenina en 2020.
Telefónica Móviles Chile ampliará el número de directores de tres a 10, quienes duraran tres años en su puesto. La mesa quedó compuesta por Claudio Muñoz, que además fue nombrado presente, Narcis Serra, Fernando Bustamente, Eduardo Caride, Hernán Cheyre, Carlos Díaz, Alfonso Ferrari, Emilio Gilolmo, Bernardo Quinn y Patricio Rojas. El listado fue presentado por Diario Financiero.
En tanto, la mesa de Telefónica Chile quedará con cinco integrantes menos que los 10 que tenía hasta ahora. Se trata de Rafael Zamora Sanhueza, Antonio Bueno Figueroa, Paula Figueroa Aravena, Isabel Margarita Bravo Collao y Gladys Fuentes Espinoza. Estos cargos no serán remunerados porque todos ellos ejercen otros puestos en la compañía.
“Esta renovación en los directorios es consistente con nuestra estructura societaria que nos permite adaptarnos a un entorno cambiante, en el contexto de la digitalización, que está obligando a que las empresas se transformen y adopten la innovación y la agilidad en sus operadores”, indicó el gerente General de Movistar, Roberto Muñoz.
La filial chilena le representó a Telefónica ingresos por 2.080 millones de euros en 2018, de los cuales 1.215 millones de euros corresponden al segmento móvil y el resto al fijo. Cuenta con un total de 11.591,5 millones de clientes: 8,5 millones de telefonía celular —el 58 por ciento prepago y el 42 por ciento postpago —, 1,2 millones de telefonía fija, 1,1 millones de Internet fijo y 651.300 de televisión de pago.