Operadores corren riesgo de quedar en la sombra de los proyectos IoT

Se hizo la luz y es cada vez más inteligente. Las ciudades que han migrado hacia soluciones de luminarias LED han aprovechado para avanzar en conectar esas mismas luminarias y poder tener un mejor control de su operación y, por qué no, ser capaces de cambiar los colores de la iluminación de monumentos y edificios, todo desde el celular.

La experiencia hasta ahora le da la razón a las ciudades que han iniciado este camino: en Buenos Aires, Argentina, una de las compañías que está trabajando en la luminaria inteligente, Smartmation asegura que con su tecnología se logra bajar de 22 días a cuatro el promedio de reparación de una luminaria en la vía pública. También se logró una disminución del 35 por ciento en el costo de mantenimiento del parque instalado; un 40 por ciento menos de reclamos por alumbrado y hasta un 15 por ciento en el consumo eléctrico por la posibilidad de reducir la potencia de las luces a demanda.

El caso del alumbrado público es interesante para cualquier operador por la masividad de equipos que pueden conectarse. Sólo en Buenos Aires, Smartmation tiene cerca de 60.000 unidades conectadas y capacidad para crecer hasta 200.000. Otra compañía, Signify, ha instalado aproximadamente 120.000 luminarias conectadas en la misma ciudad. Se trata de todo un parque atractivo para cualquier operador que quiera incluir cada vez más terminales a su red.

A falta de redes específicas para IoT —los operadores avanzan en LTE Cat M1 y NB-IoT sin pausa pero sin prisa—, la forma que encontraron ambas compañías de conectarse es similar. Las luminarias se comunican entre sí de manera inalámbrica o a través de redes mesh en espectro no licenciado y, desde allí, a un nodo (concentrador) que está conectado a la red 3G a través de un chip celular. En general, cada concentrador soporta a unas 1.000 luminarias. Esto significa que, por cada 1.000 lámparas LED con conexión a Internet, hay un único chip celular conectado.

Ese es el modelo que se está desarrollando en Buenos Aires —y también en otras ciudades— aunque el plan es eventualmente poder migrar todo a tecnología celular aprovechando, por ejemplo, las capacidades que traerán las nuevas redes de NB-IoT.

“En ciudades dónde hay mucha distancia entre luminarias, es dónde tiene sentido una solución completamente celular”, señaló a TeleSemana.com Eduardo Álvaro, director Comercial de Signify. Su par, Pablo Servent de Smartmation indicó que migrar hacia NB-IoT le permitiría mejorar cobertura, gastos de operación y, fundamentalmente, reducir la posibilidad de error ya que las actuales redes mesh requieren de más cantidad de hardware, como la introducción de gateways. “NB-IoT es mucho más eficiente, se abarata el nodo y el hardware”, apuntó.

Todavía no ha migrado todavía a NB-IoT a la espera del encendido de la red y de una reducción en los costos de los módulos, que parecen poner en pausa cualquier proyecto que involucre la tecnología móvil de baja potencia.

En este sentido, podemos observar que, casi en todo los casos, se observa que el rol del operador está definido únicamente por la conectividad. Si bien las perspectivas es que con la migración a las nuevas tecnologías cada vez más luminarias se conecten a las redes móviles, lo cierto es que, con un precio por tráfico de datos cada vez más bajo, el hecho de conectar cada vez más dispositivos no suple el problema de la espiral que lleva a el negocio de los operadores hacia la comoditización.

Algunos operadores han entendido esto y buscan tener una porción más importante en la cadena de valor, como la provisión de los servicios en la nube que requieren los sistemas IoT. Pero aunque lo consiguieran, allí deberán enfrentar una gran competencia de parte de grandes proveedores en la nube.

En el caso de Smartmation, la compañía es parte del programa de socios de negocio Supported by Claro para desarrollar los negocios de IoT y Cloud. Sin embargo, no siempre es el operador un aliado en este tipo de proyectos. En realidad, lo que parece ocurrir —otra vez— es que las compañías desarrollan una solución para un problema y luego van sólo al operador para buscar la conectividad que necesitan.

De hecho, en la estrategia de Smartmation se observan diferentes tipos de socios de negocio que, dependiendo de la estructura de mercado de cada ciudad, son con quienes se acercan a desarrollar negocios en conjunto. En Buenos Aires fue Claro el elegido para desarrollar el proyecto de alumbrado público pero en otros mercados pueden ser fabricantes de luminarias, integradores de tecnología, compañías encargadas del mantenimiento de las redes de alumbrado y hasta las propias compañías de electricidad.

El ecosistema de IoT se está creando y las cadenas de valor conformando. La capacidad que tenga el operador de introducirse en ella más allá de la conectividad determinará si el camino estará más iluminado o sí, por el contrario, deberán transitarlo en la sombra.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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