Déjà vu: hubo fuego cruzado entre operadores colombianos en la previa a la subasta de espectro

La audiencia pública previa a la subasta de espectro en Colombia hubiera sido promocionada como un capítulo especial, de esos que nadie se puede perderse incluso si es algo ajeno al tema, si se tratara esto de una serie de Netflix. Pero no lo es, se trata de una nueva asignación de un activo clave para cumplir con objetivos en materia de conectividad, de los que el país tiene y muchos. Los comentarios de los operadores fueron a favor de un mejor proceso pero también, en paralelo, en contra de sus rivales.

La idea de llevar agua para el molino propio está algo trillada pero es dificil encontrar mejor concepto para definir cuáles fueron los comentarios de cada empresa en torno a la subasta por la que Colombia otorgará espectro en las bandas de 700 MHz (90 MHz), 1.900 MHz (5 MHz) y 2,5 GHz (80 MHz). Esto sucederá, según el cronograma al que todavía le queda cumplir más de 10 pasos, antes de que termine el año. Se refirieron al tema Claro, Movistar, Tigo y Avantel mientras que Iván Montillo tomo la micrófono en representación de la cartera TIC.

Hubo puntos en que todos coincidieron y es en que Colombia presenta desafíos inmediatos. El país cuenta con penetración 4G inferior al promedio en Latinoamérica y el 90 por ciento de las localidades totales sin cobertura de esa tecnología, hay una fuerte brecha de acceso entre los distintos estratos sociales, el precio a pagar por banda ancha móvil es superior al promedio regional y 10 millones de colombianos solo accede a redes 2G o 3G, inició Montillo.

En este contexto surge la subasta de espectro, la primera después de la que tuvo lugar en 2013. Sí, Colombia lleva seis años sin entregar espectro y ese fue uno de los puntos destacados por cada orador que participó del encuentro. También la mayoría se mostró conforme con la aprobación de la ley TIC, texto recientemente publicado en el que consta que desde ahora las concesiones se darán por 20 años, el doble que antes y que las subastas buscarán maximizar el bienestar social, no solo generar dinero al Estado.

Con todo esto dicho, contado respetando el orden cronológico, se dio lugar a la palabra de los operadores en orden alfabético. Si se hubiera usado su participación en el mercado, Claro tendría que haber ido primero y no Avantel, que es el cuarto en cantidad de suscriptores. Este tema, el de las posiciones de cada uno frente a la subasta, fue el preponderante en las dos horas que duró el panel abierto a interesados y en el que también volcaron consultas ejecutivos externos.

Avantel empezó con lo suyo, que podría sintetizarse en el pedido de que “equidad no es darle a todos lo mismo”. La empresa pidió, en concreto, condiciones distintas al resto para poder competir y que se garantice a todos al menos un bloque para poder hacer uso de él y mejorar los servicios a sus clientes. Por otra parte, solicitó garantizar la transparencia con la mayor información posible, un punto en el que coincidieron sus competidores más tarde.

Volviendo a las coincidencias, todos los operadores solicitaron más información en el proceso de subasta y pidieron cambios en el formato elegido, pues el hecho de que las rondas no sean simultáneas pueden generar que un operador “se quede con un zapato para correr y otro de traje” cuando termine el proceso. También reclamaron que se sepa el valor de reserva, o sea el monto mínimo a pagar por cada bloque, algo que el Ministerio de TIC prometió analizar aunque por ahora está definido que el valor sea secreto.

Claro, desde su lado, pidió revisar los topes de espectro vigentes en el país, que son de 45 MHz para bandas bajas y 90 MHz para altas, aunque el regulador dijo un poco antes que no está en agenda modificarlos. El operador se mostró en contra de lo dicho por Avantel en cuanto a que cada uno debe tener al menos un bloque porque “eso lo define la competencia”. También pidió claridad en obligaciones específicas y que cuando se hable de compartir infraestructura se tenga en claro que esto debe darse siempre y cuando se promueva la inversión.

Los dichos del ejecutivo de la filial local de América Móvil son consecuentes con la idea del operador de que algunas reglas del sector no sean tomadas por sus competidores como un trampolín para mejorar su servicio o ganar en cobertura a costa suya, por decirlo de alguna forma. La empresa también pidió que se elimine del proyecto la idea de que las condiciones para los adjudicatarios se mantendrán aún si hay cambios regulatorios posteriores. Eso no es igual a seguridad jurídica, disparó.

Movistar, en tanto, hizo foco en lo que otros también: debe asignarse todo el espectro disponible. Esta salvedad es consecuencia de que el regulador habla de entregar un máximo de 90 MHz en 700 MHz y el mismo parámetro corre para las otras dos bandas. “La pérdida anual por no entregar un bloque de 10 MHz en 700 MHz es de 50 millones de dólares, medida por excedente del consumidor”, defendió el operador en la voz de su CEO, Fabián Hernández.

La compañía también pidió que haya una política pública clara para 2,5 GHz como la hay para la banda de 700 MHz y volvió sobre la idea de que “no todos los operadores estamos en igualdad de condiciones”. Por esto último, consideró clave que se resuelva antes de la asignación si Claro es o no dominante en todo el mercado móvil –Movistar y todos salvo el implicado consideran que sí–, situación que diversos analistas han catalogado de difícil teniendo en cuenta que parte de la decisión está en el regulador único que acaba de surgir por la mencionada ley TIC.

Tigo, por su parte, concentró su discurso en que es entrante en bandas bajas. “La última licitación de espectro en bandas bajas en Colombia fue hace 25 años”, dijo para luego pedir “medidas particulares” para acceder a ellas, no sin antes enfatizar en que dos operadores ya tienen espectro de este tipo (Claro y Movistar). Su presidente, Marcelo Cataldo, añadió que el pedido no es descabellado, pues hubo ejemplos de esto en al menos nueve mercados, como en Reino Unido en el proceso de 800 MHz en 2011 o Estados Unidos la banda de 600 MHz en 2017.

Así las cosas, todos dijeron lo que se esperaba que digan, algunos con más ingenio que otros, con buenos tonos pero con la seriedad que el caso requiere.
El Ministerio de TIC deberá revisar los comentarios para la publicación final de las bases y condiciones de la subasta que prevé cambiar un poco la cara de Colombia en materia de espectro. Hasta hoy entregó menos espectro para servicios móviles que el promedio en Latinoamérica y apenas el 18,5 por ciento de lo recomendado a 2020 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Esto cambiará en el corto plazo, pero resta ver en qué condiciones para los interesados.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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