La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) homologó una nueva oferta obligatoria que Oi deberá tener disponible para los interesados en alquilar espacios en sus ductos para el lanzamiento de redes de telecomunicaciones. El operador tendrá que compartir sus activos por valores de entre 120 y 380 reales (entre 29 y 92 dólares) por kilómetro.
Se pone un valor mínimo y uno máximo porque el precio a pagar por el interesado depende de algunos conceptos tales como el número de cajas subterráneas a colocar, descuentos progresivos a considerar conforme aumente el tiempo de uso de los conductos y cantidad de kilómetros contratados, señaló el regulador en un comunicado.
La obligación que corre para la empresa es consecuencia de que tiene Poder de Mercado Significativo (PMS) en más de 4.000 municipios de Brasil, lo que equivale a por lo menos siete de cada diez en los que está dividido el país. “Los ductos, en su mayoría controlados por la empresas como PMS, son estructuras de difícil duplicación y para Anatel es clave asegurar su compartición para el desarrollo de redes por parte de prestadores de pequeño porte”, agregó.
El deber de Oi corre desde 2012 pero recién desde el año pasado las autoridades determinaron que el precio a pagar por cada interesado para la compartición tiene que tener relación con el costo de operación. Antes de eso, según el propio regulador, las firmas con poder significativo llegaban a ofertar ductos por hasta 50.000 reales (12.117 dólares), lo que iba en contra del objetivo de expandir la infraestructura y la competencia en los servicios.
La nueva determinación se da en un contexto en que las autoridades ratificaron la decisión de que todos los prestadores de servicios del país menos cinco —entre ellos Oi— serán considerados de pequeño porte porque cuentan con participación de mercado menor al cinco por ciento. Si bien esto no afecta directamente a Vivo, Claro, TIM, Oi y Sky, solo ellas no contarán con beneficios adicionales para poder competir de forma más eficiente en cada segmento.
En cuanto a Oi, la compañía vive un momento particular signado por los rumores de que sus activos en Brasil serán vendidos por su compleja situación económica. En este contexto, la firma debe desestimar casi todas las semanas los supuestos avances en negociaciones con terceros interesados en una operación aún no confirmada. El vienes, por ejemplo, negó avances con América Móvil a través de un comunicado.
