El gobierno brasileño puso a la salud como una de las tres verticales a atender en su plan nacional de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Los datos del nuevo informe TIC Salud 2019, presentado por el Comité Gestor de Internet de Brasil (CGI.br), da cuenta de que el país todavía tiene múltiples desafíos en la materia. El nueve por ciento de los centros sanitarios, unos 3.500, no tiene computadora y 7.200, el 18 por ciento, no cuenta con acceso a Internet. Se trata de la séptima edición del estudio, que se presenta desde 2013.
La conclusión del informe es que hubo avances significativos en casi todos los frentes posibles pero la conectividad es un objetivo todavía pendiente en el sistema sanitario brasileño. “Aunque el escenario mejoró hay una cantidad importante de centros sin computadora ni acceso a Internet. Es importante considerarlo en tiempos de covid-19, en el que necesitamos más que nunca que los establecimientos estén informatizados y conectados para que pueda haber datos actualizados que ayuden al control y lucha contra la situación”, dijo el gerente de Cetic.br, Alexandre Barbosa.
Entre las buenas noticias, se identifica que el 78 por ciento de los centros de salud cuentan con un registro electrónico de información, lo que significa una mejora de nueve puntos porcentuales en relación al año anterior. A contramano, más de un 20 por ciento sigue teniendo registros únicamente en papel. El 23 por ciento de las unidades dan la opción de agendar consultas por la Web, el 20 por ciento de agendar exámenes y el 22 por ciento permiten ver resultados online, en todos los casos cifras mejores frente a lo registrado en 2018.
Como en casi cada medición que se hace en el país, la situación es peor en el sector público que en el privado y las regiones Norte y Nordeste tienen más dificultades en el acceso. En este caso, en estas zonas del país el 92 por ciento de los centros tiene computadora mientras que en el sur el porcentaje asciende al 98 por ciento. Entre las unidades que sí tienen Internet, el 30 por ciento cuenta con una velocidad de acceso de entre 10 y 100 Mbps. El ocho por ciento está por debajo de 10 Mbps y el 11 por ciento navega a más de 100 Mbps.
Solo el 27 por ciento de las unidades cuenta con una unidad de tecnología. El 44 por ciento de los establecimientos privados y el 16 por ciento de los públicos cuentan con algún tipo de política de seguridad de datos. Entre las herramientas más utilizadas aparecen: antivirus y protección con contraseña para acceder al sistema. Solo algunos establecimientos cuentan con estrategias de protección más sofisticadas, como certificados digitales. Por tanto, la mayoría de los establecimientos públicos todavía debe adecuarse a las exigencias previstas en la ley de Protección de Datos, que entrará en vigor en 2021.
