Juan Luis Balbas, Sales Director y America’s Strategic Solution Sales de Ciena, participó de 5G&TD 2020 Latam Summit y puso foco en los desafíos que todavía deben superar los operadores en el camino hacia 5G, las áreas clave para estar preparado y las bases fundamentales para una red que aproveche toda su potencia. Su presentación está disponible en el siguiente link pero aquí les compartimos un breve resumen.
“Los operadores móviles invertirán US$ 1,1 billones entre 2020 y 2025. El 78 por ciento será en redes 5G”
La inversión de las empresas será muy importante de aquí a unos años y eso tendrá un impacto significativo a nivel social y económico. Esto contribuirá al PBI de los países en los próximos cinco años. En Latinoamérica 4G aumentará su participación sobre el total del mercado móvil de 47 a 67 por ciento de 2019 a 2025. Esto es clave porque va a evolucionar y soportar los casos de uso de 5G, que alcanzará un siete por ciento de participación para mitad de la próxima década. Otro detalle relevante es que las redes 2G y 3G van poco a poco al completo desuso. La penetración de usuarios móviles en Latinoamérica va a seguir creciendo, casi cinco punto de 68 a 73 por ciento y en igual camino irán los teléfonos inteligentes.
“En 2025 el 40% del tráfico se cursará por redes 5G”
Hoy, en 2020, la mayor parte del tráfico todavía es por 2G, 3G y 4G. Para 2025 el 40 por ciento se cursará por redes 5G mientras que el resto permanecerá en 3G y 4G. El video será una parte clave del total y otro componente importante será el gaming, que contribuirá para un crecimiento sustancial de aquí a cinco años. Hay que tener en cuenta esto al momento de construir las redes para poder ofrecer servicios 5G que, al mismo tiempo, convivirán con servicios actuales de 3G y 4G.
“La clave es que la red se pueda comportar como las aplicaciones, que sea adaptable”
Los operadores tendrán que hacer más con menos, es decir, hay una red 3G o 4G y vendrá 5G. Habrá que ofrecer una mejor calidad y experiencia al cliente pero al mismo tiempo reducir opex y capex. Entonces hay que pensar las redes de otra manera, hay que desagregar los sistemas y que todo sea adaptable, como si fuera una aplicación.
Cuando alguien va en el coche de A a Z, Waze no solo sabe a dónde se traslada el usuario sino que conoce en tiempo real lo que está pasando, el tráfico y da alternativas de por dónde ir en casos de congestión. Entonces vale preguntarse cómo hacer para que las redes se comporten de esa forma, que tomen decisiones en tiempo real y se adapten a las necesidades. Hoy son un sistema reactivo. Hay que pensar distinto y que tome decisiones siempre conservando, además, la calidad de servicio requerida.
