En el marco de 5G&TD 2020 Latam Summit, Raúl Katz hizo un exhaustivo análisis del impacto económico de 5G en Latinoamérica. El presidente de Telecom Advisory Services repasó las inversiones necesarias según distintos escenarios de despliegue y puso el foco en el retorno de inversión para los operadores. La presentación completa está disponible en el siguiente link pero aquí les dejamos un pequeño resumen.
“El análisis respecto del impacto económico de 5G se enfoca, por lo general, en el estudio de casos de uso pero hay muy poco análisis que tiende a fundamentar cuál será el retorno para quien invierte”
El impacto económico de 5G en Latinoamérica es fundamental por varias dimensiones. La primera ya ha sido expuesta en la discusión pública y es el monto que va a requerir. Y la segunda es en términos de inversión en capital. El análisis por lo general se enfoca en casos de uso pero no en cuál será el retorno de inversión. Esto no implica que el despliegue no vaya a ocurrir. Es decir, en la medida de que todavía aún si no ha sido probado el retorno económico a esa inversión, la industria tiene tendencia a encarar la inversión simplemente por el hecho de la dinámica competitiva que empuja a los operadores.
“5G, desde el punto de vista del desempeño de redes de telecomunicaciones, es un salto cualitativo respecto de lo experimentado hasta el momento y eso tiene un costo”
5G es fundamentalmente más cobertura, un soporte de dispositivos de baja energía y sobretodo una alta densidad de terminales, mayor calidad y una latencia mucho menor. Es un salto y ese salto tiene un costo. Para evaluar el costo se establecieron cuatro escenarios, de más a menos conservador, aplicable a los diferentes países de Latinoamérica. El primero establece que la inversión se canalizará fundamentalmente en áreas urbanas y suburbanas con velocidades de descarga uniformes de mínimo 50 Mbps. El segundo suma al primero un despliegue en áreas rurales muy inferior que en áreas urbanas. El tercero asume un desempeño un poco mayor que los anteriores en áreas rurales, de unos 10 Mbps, y el último establece un nivel de desempeño homogéneo a nivel nacional.
La inversión requerida varía en cada uno de los escenarios, medido el Capex por POP se podría decir: en el primer escenario varía de 45 dólares a nivel urbano a 197 dólares en el mundo suburbano y de ahí se va elevando en función de los niveles de desempeño en zonas urbanas, alcanzando en casos de redes nacionales de desempeño homogéneo a 3.900 dólares por POP en zonas rurales. Por eso ahí hay que hacer un parate y pensar en cuál es la capacidad real de inversión que existe en cada uno de los países de Latinoamérica en función de estos diagramas de despliegue.
En Argentina, por ejemplo, el primer escenario requerirá una inversión de 5.500 millones de dólares y el último unos 19.800 millones de dólares. El caso de Brasil, el nivel de inversión será extremadamente alto —de 22.700 millones de dólares a 139.300 millones de dólares—. En los seis países estudiados, se suman a los nombrados Chile, Colombia, México y Perú, la 5G requerirá inversión de entre 5.800 millones de dólares y 368.200 millones de dólares. De eso se habla cuando se tiene que calcular el retorno de las inversiones.
“El retorno de la inversión no es proporcional y, por eso, se puede anticipar que el escenario 5G a nivel nacional no será alcanzado”
De los cuatro escenarios mencionados, el nacional tiene un retorno mayor pero lo que tanto las autoridades como los operadores deben evaluar es cuál es el retorno según la inversión de capital, que no es proporcional. Latinoamérica se va a enfocar fundamentalmente al ámbito urbano y suburbano, que de hecho no es necesariamente un problema porque el 80 por ciento de la población vive en estos sitios. El tema es que el despliegue industrial no se condice directamente con el tejido población y por lo tanto hay áreas productivas que están ubicadas en sitios rurales o aislados y que van a requerir el apoyo de 5G.
“5G aportará 293.000 millones de dólares al PBI de la región”
Pero obviamente se tiene que modular ese retorno en la inversión de capital y hasta dónde se va a llegar desde el punto de vista de despliegue geográfico de 5G. Estos son algunos de los puntos que debe evaluar tanto el sector público cuando asigna espectro como los operadores al momento de ejecutar los despliegues. En resumen, el escenario va a contribuir significativamente a la economía Latinoaméricana, a lo que se suma un aumento de ocho puntos en el índice de digitalización regional y un retorno importante en algunas industrias puntuales como la agricultura, manufactura y logística.
En este contexto, debe haber políticas públicas para promover la inversión y el despliegue. En primer lugar, hay que estimular las verticales para facilitar la innovación pero también maximizar el uso de espectro con visión industrial, ver nuevos mecanismos de financiamiento para alivianar y afrontar los niveles de inversiones, atacar barreras administrativas, estimular un contexto de seguridad y desarrollar un plan digital segmentado y efectivo.
