El encierro mundial ocasionado por el covid-19 durante el año 2020 revalorizó la importancia de las telecomunicaciones aunque, paradójicamente, el gasto mundial ese año bajó un 1,4 por ciento a comparación con el 2019.
Esta caída no representa una mala noticia en sí misma ya que, como consecuencia de las mencionadas medidas de aislamiento social impuestas por los gobiernos, se redujeron los contactos cara a cara, pero aumentó el consumo de servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, es esperable que otras consecuencias de la pandemia, como el impacto económico del cierre de negocios, el aumento del desempleo, el congelamiento de las actividades turísticas y la reducción del gasto de los consumidores en productos y servicios no esenciales terminen afectando negativamente en el mercado.
Recién para el año 2022 se prevé la recuperación del gasto de la industria a niveles del 2019. Siendo la subida del gasto en 2021 de un uno por ciento, la mas grande dentro de los próximo tres años y la del 2022 de un 0,6 por ciento. Para el 2023 se espera que el gasto suba un 0,9 por ciento, mermando en 2024 a una subida de solo 0,3 por ciento, la más baja desde el 2021.
