La fibra óptica es una de las tecnologías más rápidas y seguras que existen en el mercado. Cada lanzamiento y despliegue de la misma es una buena noticia para todos. Telxius es una de estas empresas que se dedica al despliegue de fibra submarina, teniendo múltiples proyectos como la red que conecta todo el pacifico latinoamericano con Estados Unidos y la red que conecta Angola y Brasil, entre otras.
Hace dos días esta compañía junto con Google y Antel, anunció que el cable submarino Tannat, que originalmente conectaba la ciudad de Santos, Brasil con Maldonado, Uruguay, arribó a Las Toninas, Argentina y ya esta listo para ser operativo. El sistema cuenta con 2.000 kilómetros (km) de longitud y se suma a los cables Brusa, cable que conecta Virginia, Estados unidos, con Río de Janeiro, Brasil; y Junior, fibra que conecta Rio de Janeiro con Santos. En total estas tres redes juntas totalizan 13.390 km de fibra óptica.
El cable Tannat completa una importante ruta de conectividad entre los Estados Unidos y nodos de comunicaciones clave en Sudamérica tomando el testigo de Brusa y Junior. La red Brusa tiene una capacidad de 160 Tbps, ofrece la conexión directa entre Estados Unidos y Sudamérica. Une Virginia Beach Estados Unidos con San Juan, Puerto Rico, Fortaleza y Río de Janeiro, Brasil, a través de sus 11.000 km con la latencia baja.
Además, la nueva red se suma al anillo SAm-1, un cable submarino y terrestre de 25.000 km que rodea América Latina y proporciona una diversidad de rutas adicional.
“Esta nueva ruta no solo mejora la calidad de la conectividad de red disponible en América Latina, sino que también proporciona una conexión robusta y de baja latencia desde estos mercados a los Estados Unidos y el resto del mundo”. señaló Pablo Fraguas, vicepresidente de ventas, región del sur de Telxius Cable.
Tannat, a través de Junior y Brusa, se conecta directamente al Campus de la Estación de Amarre de Virginia Beach desde donde cuenta con un backhaul directo a Ashburn, Estados Unidos, el área con la mayor concentración de centros de datos del mundo. Además, la estación de amarre de Virginia Beach brinda acceso directo a los cables submarinos Marea y Dunant, creando un anillo global que conecta Sudamérica, Estados Unidos, Europa y el resto del mundo.
