Las brechas digitales y sus consecuencias sociales ya tienen un plan de acción en Ecuador: se trata de la primera Agenda Digital que, anunciada esta semana por Andrés Michelena, ministro de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Mintel) de aquel país, se propone como una “guía evolutiva” hacia la transformación digital y versa en pilares como la infraestructura, la cultura y la inclusión, la economía, el gobierno y las tecnologías emergentes para el desarrollo sostenible.
La aspiración de esta iniciativa es “impulsar las transformaciones sociales, económicas y culturales, asociadas con la adopción masiva de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), en favor de la Sociedad de la Información y del Conocimiento”, tal como la definió el órgano autor en su lanzamiento, producto de un trabajo elaborado desde diciembre de 2019 y que contó con el apoyo de Comisión Económica para América Latina (Cepal).
“Aquí hablamos del futuro, de mejorar la conectividad, de elevar la eficiencia de la administración pública, de fomentar el gobierno digital y de impulsar la economía tecnológica. Estamos sembrando una nueva cultura digital que fortalecerá́ a Ecuador”, sostuvo en su presentación Michelena.
Este plan de acción contempla cinco ejes que, en el marco de este anuncio, fueron foco de balances y repasos. Por ejemplo, en lo que refiere a infraestructura digital, Ecuador posee una cobertura móvil del 98 por ciento de su territorio, aunque con tecnología 4G alcanza sólo al 60 por ciento de cobertura. Y, según anunció el funcionario, desde 2019 se integraron 107 nuevas parroquias rurales al sistema móvil avanzado para las que apelaron a estrategias de compartición de infraestructura, al tiempo que se incrementó en un 294 por ciento su red de fibra óptica nacional y se instalaron más de 2.000 puntos Wi-Fi gratuitos a lo largo de todo su territorio.
Asimismo, el Mintel impulsó el desarrollo de 1,3 millones de alfabetizaciones digitales que significaron más de 860.000 capacitaciones en TICs en sus más de 800 establecimientos llamados Infocentros. Además, desarrolló la aplicación digital SaludEc y otorgó valor a la línea telefónica 171 con la que da respuesta a más de cuatro millones de llamadas y consultas relacionadas a la temática de salud.
En lo que refiere a la economía digital, el Mintel junto al Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (MPCEIP), el sector privado, la academia y la sociedad civil, lanzaron en marzo la Estrategia Nacional de Comercio Electrónico (ENCE), una herramienta tendiente a incentivar las transacciones digitales, vía que el 40 por ciento de las empresas radicadas en aquel país ya utilizan, según los datos de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico.
A su vez, el plan contempla el uso y fomento de tecnologías emergentes para el desarrollo sostenible, “coherentes con el impulso a la innovación e investigación en beneficio de los sectores productivos y el desarrollo de ciudades inteligentes”, y la profundización de las prácticas de gobierno digital puesto que el 78 por ciento de los trámites ya se realizan de manera electrónica.
“La pandemia descubrió fortalezas y debilidades no solo de Ecuador y es un desafío para las generaciones venideras y para el próximo gobierno que buscan ya habilidades para ir a la par con la tecnología que marcará la diferencia histórica con las generaciones pasadas” dijo Michelena y agregó que “tenemos que caminar de la mano con todas las innovaciones que existen, pero a la par tenemos que incluir a cada uno de los ciudadanos que no estén incluidos en el proceso de transformación digital. En caso contrario, lo que único que pasará es que esta brecha digital ahondará la brecha social, y muchos no podrán estudiar, trabajar y hacer trámites en línea”.
En el marco de esta presentación, Sebastián Rovira, oficial de la Cepal a cargo de la Unidad de Innovación y Nuevas Tecnologías de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial, valoró la novedad y recordó que “debe tomarse en cuenta la capacitación, la adquisición de tecnología y la intervención del sector público, del privado y de la academia para la implementación de la Agenda Digital”.
