5G en Brasil y la suerte de una novela brasilera basada en un tren que no arranca

Los escenarios originales, los protagonistas de porte y los guiones adaptados a la expectativa de las audiencias hicieron de Brasil un gran exportador de telenovelas, verdaderos culebrones que propician risas, lágrimas y suspiros a espectadores y espectadores de todas las edades y en todos los horarios. La historia de hoy versa en torno a un galán conflictuado, llamado 5G, que prometía ser una locomotora regional pero cuya suerte no consigue deshacerse de un óxido que corroe a diario el sueño de alcanzar una feliz licitación entre julio y agosto.

Por fuera de toda analogía, el novelón es real porque el desenvolvimiento de la tecnología de comunicaciones de quinta generación, que tanto impulso promete dar a las economías, está frenado en Brasil, casi casi, desde su origen. Las novedades que propician esta nota en particular se circunscriben a la advertencia que el Tribunal Federal de Cuentas (TCU) hizo acerca de la posibilidad de que la subasta se vuelva inviable.

E, inclusive, que involucran las denuncias de ilegalidad acerca de la construcción de la Red Privada del Gobierno y el Programa Amazonia Integrada y Sostenible (PAIS) y la carencia de información completa, que impiden que los 90 días propuestos para la puesta en marcha de la licitación puedan comenzar a regir.

Según Raimundo Carrero, relator del proceso de subasta 5G en el TCU el mantenimiento de los compromisos establecidos en la Red Privada y PAIS, hacen “inviable” la continuidad del proceso de licitación tal como está. El argumento fue expresado en un documento que envió a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y en el que también advirtió acerca de indicios de ilegalidad en las condiciones establecidas por su posible incumplimiento en las premisas de la inclusión y las reglas presupuestarias, fiscales y de finanzas públicas de aquel país, entre otras deficiencias.

Según publicó Telesintese, el informe surgió como devolución a las respuestas anteriormente emitidas por Anatel y el Ministerio de Comunicaciones, y sobre la que se había explicado que el proyecto de la red privada se había inspirado en uno anterior, de Telebras. Esa respuesta, para el TCU, “debilita” aún más la iniciativa y su viabilidad.

El diseño de las redes subfluviales de banda ancha del PAIS no tuvieron mayor suerte dado que, para el TCU, además de “evidenciar ilegalidad en la construcción” por parte de empresas privadas “no existen precios cuantitativos y de referencia adoptados para la tarificación de la obra”; y reclamó un cronograma, estipulación de gastos y mayores definiciones acerca de la estructura y los mecanismos de gobernanza, entre otras falencias.

Por ejemplo, Tribunal reclamó la ausencia de elementos necesarios para definir y dimensionar la obra, sus costos y tiempo de ejecución para la construcción de la red PAIS, como también valoró insuficiente la especificación otorgada sobre las infovias y las ciudades a ser atendidas, y la especificación financiera, entre otros aspectos que consideró sensibles.

A comienzos de mayo, el TCU le pidió a Anatel que completara la información solicitada y respondiera unas 15 preguntas que el propio Tribunal habría caracterizado como “lagunas”, entre las que se encuentran, además, las dudas que le generaron los criterios adoptados para tarifar los precios de venta de las frecuencias de 700, 2,3 GHz, 3,5 GHz y 26 GHz y sobre las que consideró pertinente que su revisión.

Y como en toda historia de desencuentros hay aeropuertos, una nueva Misión 5G se va de Brasil entre el 6 y el 11 de junio para hacer pie en Estados Unidos y reunirse con inversionistas enfocados en el mercado local, visitas a agencias de inteligencia y de seguridad del país de destino y la implementación de redes privadas, en Washington y Nueva York.

Lo cierto es que esta novela pospone el desarrollo de otras historias regionales porque, como es tradición, el porte de Brasil hace que oficie de locomotora de un tren en el que otros países, también interesados en la innovación, pero con menor envergadura se sumen. Ejemplos hay de sobra y Chile u otras latitudes del Caribe sirven para el caso. Con todo, ese envión le sirve hasta para el que oficie de vagón de cola. Sin embargo, en esta historia, en este culebrón y en este tren, sólo hay espera.

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Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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