La cifra la arrojó Andres Sastre, co-director del Instituto de Desarrollo Digital de América Latina y el Caribe (IDD LAC), quien expuso su análisis y perspectivas en el marco del Foro Virtual MVNOs 2021, evento que durante toda la jornada desarrolla TeleSemana.com.
Bajo el título “MVNO como modelo de negocio en un esquema convergente”, la ponencia de Sastre repasó los indicadores del último período registrado, fines de 2019 y comienzos de 2020, en el que contabilizó la existencia de 232 millones de líneas activas adjudicables a operadores móviles virtuales, es decir, un 2,6 por ciento de líneas móviles activas a nivel global, con la presencia de 1400 operadores móviles virtuales (MVNOs, por sus siglas en inglés) en 87 países.
Y en este afán de contextualizar la charla, Sastre también recordó que la GSMA estimó que el crecimiento que estos operadores realizaron durante la última década fue del seis por ciento, y señaló a Asia, a Europa y a Estados Unidos como los principales mercados.
Sucede que, a excepción de un caso en Bolivia, que está cerca de contabilizar las dos décadas, la aparición de este tipo de operadores data de una década en la región Latinoamericana y una gran expansión, pero con poca penetración.
En Argentina y Brasil, por ejemplo, la porción de mercado no supera el 0,4 por ciento. “Y lo cierto también es que, aunque esta participación sea baja, todos los países registran tasas de crecimiento positivas”, dijo Sastre y subrayó como “el caso más exitoso” a Colombia en el que, con siete operadores móviles virtuales, tiene una participación de mercado del 8,1 por ciento y casi nueve años de experiencia.
En ese repaso regional, el analista también destacó casos como el de Chile, donde hay siete operadores y una participación del 1,9 por ciento; y el de México, que en cinco años pasó a ocupar el tercer lugar con un 1,5 por ciento del mercado.
“Cuando los reguladores regionales comenzaron a darle vía libre a estos servicios en la región lo hicieron en la convicción que podría incrementar la oferta y la competencia de precios, e incentivaron su expansión” recordó Sastre.
En términos regulatorios, el especialista destacó experiencias como la de Argentina donde los operadores están regulados y necesitan la autorización oficial del Ente Nacional de Comunicaciones local (Enacom) para participar, el propio regulador buscó impulsarlos al permitirles hacer acuerdos con más de un operador de red. E, inclusive, destacó que en Argentina se encuentra uno de los casos “más novedosos” de su tipo al haberse conformado un operador móvil virtual conformado a partir de cooperativas.
“La transformación del mercado de las telecomunicaciones desde el nacimiento de estos operadores fue brutal, con concentración y caída permanente de los ARPUS, que los obligó a mutar su oferta” repasó el analista y argumentó que “la posibilidad de hacer transmisiones de voz y datos de forma gratuita, como existe ahora mediante aplicaciones y servicios gratuitos, les impactó mucho y tuvieron que reestructurar su oferta”.
“Creo que vamos a ir hacia un esquema de operadores móviles aislados y que van a ser cada vez más una opción para complementar planes de triple play para aquellos que no poseen operadores móviles propios y que no lo desarrollarán”, comprometió el especialista.
Inclusive, a futuro de oportunidades de negocios que se abren para estos operadores, el analista valoró aquellos que propiciarán los mercados de servicios industriales, de machine to machine y los asociados al desarrollo de complementos en los mercados de convergencia, pero también señaló modelos dirigidos al consumo de datos de entretenimiento para aplicaciones de la red, como planes de consumos para video bajo demanda y/o de aplicaciones populares.
“El modelo de negocios de precios evidenció que el problema de acceso a los usuarios con pocos recursos nunca ha sido un tema de tarifa, porque siempre hay planes que se adaptan a la necesidad; el problema de la accesibilidad a este tipo de servicios es el costo de los terminales”, sentenció.
