El dato fue revelado por la Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT) y expuso el resultado de los indicadores del primer semestre del año, donde las líneas móviles activas del país totalizaron 21,6 millones, al ascender en un 6,4 por ciento desde las 20,3 millones registradas en el mismo período del año anterior.
En este reporte, el órgano también subrayó que hay 19,8 millones de líneas pospago, indicador que registró un alza de 1,2 millones de usuarios; y 1,74 millones de clientes prepagos o un 1,3 por ciento más que en el ciclo anterior.
A la hora de explicar estos resultados, la SIT señaló que el confinamiento social preventivo y obligatorio, dictado en el marco de la emergencia sanitaria, impactó positivamente en la demanda de los servicios de telefonía móvil. E, inclusive, subrayó que se trata de indicadores que llevan a la cantidad de líneas activas al rango alcanzado en 2013, cuando sus 21,7 millones implicaron un hito en el país.
En ese sentido, y para profundizar el análisis de estos indicadores, el medio local El Periódico conversó con Erick Coyoy, director del Instituto de Investigación y Proyección sobre la Economía y Sociedad Plural (IDIES), quien señaló que la necesidad de mantener la continuidad pedagógica en pandemia fue otro factor que motorizó esta alza.
“Muchos padres debieron invertir en teléfonos y computadoras para sus hijos”, dijo Coyoy y agregó que además debieron contratar servicios de Internet o contratos residenciales de este servicio, sumadas a las necesidades de teletrabajar y acceder a asistencia médica a distancia.
El analista también advirtió que, ante la demanda del mercado, los operadores “mejoraron los planes de Internet, aumentando la cantidad de gigas” y señaló a esta respuesta como una posible “motivación al interés de más usuarios”.
