En comparación con la media mundial, Puerto Rico está a la vanguardia del desarrollo de las telecomunicaciones, ya que con el número indicativo de país +1809, en 2020 había un total de 4.20 millones conexiones; mientras que el número de accesos de banda ancha en la isla subió a 3,79 millones durante el primer trimestre de ese mismo año; y se ubicó por encima de los 3,73 millones al cierre de 2021, según los últimos datos del regulador local.
A medida que el trabajo remoto formó parte de la normalidad y se derrumbaron las barreras tradicionales de las empresas, el panorama de las amenazas cambió rápidamente, lo que llevó la ciberseguridad al centro del escenario para todas las organizaciones, incluidas los operadores.
Inicialmente, las telcos se preparaban para operar las redes de una forma tradicional y, si bien la tecnología avanzaba, las formas de operación eran similares.
Las oportunidades y desafíos que se abren para los proveedores de telecomunicaciones frente al 5G, la red más actual, son otros e incluyen cambiar los paradigmas y perfiles en la operación de estas empresas para alcanzar la meta de ser un proveedor de servicios digitales de la mano de la transformación digital.
Para mitigar los ataques de ciberseguridad, resulta fundamental que las organizaciones implementen una política de confianza cero, también conocida como zero-trust que, inicialmente asume que cada acción es maliciosa. Y ese sería justamente el primer reto al que deben enfrentarse las telcos en materia de ciberseguridad: aumentar la seguridad mientras protegen la productividad de la organización.
Un segundo reto se enfoca en la inversión que deben hacer en las infraestructuras de red que soportan los servicios y en la digitalización de las actividades, así como el tendido de la infraestructura requerida para para mitigar ataques de ciberseguridad. Sucede que, debido al dinamismo de los servicios digitales, las redes requerirán ajustes y actualizaciones regulatorias e institucionales. Sí, se requiere reforzar la ciberseguridad constantemente, a fin de identificar áreas de acción conjunta y establecer acuerdos de colaboración en la lucha contra los riesgos cibernéticos.
Las operaciones para replantear los modelos de negocio, así como el modelo de transformación digital, pueden verse amenazadas si éstas, las inversiones en infraestructuras, no se realizan bajo un esquema que considere acciones de ciberseguridad. Y esto se convierte en otro reto, pues las empresas tendrán que ver cómo enfocar esos modelos para transformarlos en oportunidades. De cualquier modo, la ventaja radica en que quienes logren adaptarse, desplegarán un abanico apto para ofrecer nuevos productos y servicios de manera segura.
Los retos a los que se enfrentan las telecomunicaciones en materia de ciberseguridad son diversos, y mientras la tecnología avanza, se incrementarán. Hoy, Puerto Rico se mantiene conectado a las tendencias y para continuar en ese margen, es primordial comenzar a invertir en la ciberseguridad para seguir con el desarrollo y crecimiento de las telecomunicaciones en el país.
