“La banda de 6 GHz no está desocupada y no se puede minimizar el debate a un uso para Wi-Fi vs licenciado”

El destino de la banda de 6GHz atraviesa un escenario de debate intenso en toda la región y, en diálogo exclusivo con TeleSemana.com, Martha Suarez, presidenta de Dynamic Spectrum Alliance (DSA), presentó un panorama regional e internacional sobre el estado de situación, los casos de uso, las expectativas y los argumentos que se enfrentan a su alrededor. Al momento de repasar las razones que la llevan a velar por su uso íntegro no licenciado, la especialista se refirió al rol que el uso de Wi-Fi cumple en el achicamiento de la brecha digital regional pero también en los procesos de transformación digital de las startups, pequeñas y medianas empresas.

Si bien toda la cuestión relativa al espectro radioeléctrico de la región (usos, costos y otros) está en debate, la banda de 6 GHz amerita un capítulo aparte. Pero comencemos por el principio: ¿cuál es la posición que tienen respecto a su uso?

Nuestra visión es que el mayor beneficio para los usuarios y para la sociedad se consigue cuando toda la banda se dedica para uso libre, o no licenciado, o class licence porque, aunque cada país tenga un nombre diferente, nos referimos a que los 1200 megahercios (desde 5.925 hasta 7.125) estén no licenciados. Y promovemos el uso de redes WAS/RLAN, que incluyen el uso de todo tipo de tecnologías abiertas: una de ellas es Wi-Fi, pero también puede operar 5G Radio Unlicensed, que es un tipo de tecnología basada en 5G que puede emplear el espectro de uso libre. Dentro de la categoría de Wi-Fi, hay tres tipos de dispositivos o de casos de uso, y también vemos que cada caso tiene beneficios; entonces, apoyamos a los tres casos de uso.

¿Cuáles son esos casos?

En el primero caso, por ejemplo, son dispositivos de muy baja potencia, como los que se usan para las gafas de realidad aumentada, realidad virtual o para vehículos que se conectan a 5G cuando se están moviendo pero que, dentro del vehículo, se pueden conectar a través de un dispositivo de muy baja potencia. Se puede usar in door y out door porque, como su nivel de potencia es tan bajo, no afecta a ningún otro usuario de la banda. El segundo caso que promovemos es el de baja potencia en interiores, y su nombre lo dice todo: son equipos para empresas, oficinas, bibliotecas y sitios confinados. Y, el tercero, se llama de potencia standard, se puede usar en interiores y exteriores y, por su potencia, requiere de un mecanismo de acceso dinámico al espectro que controle y proteja a los usuarios de enlaces fijos que ya están en la banda. Son tres casos de uso diferentes, que tienen reglas de operación distintas, pero creemos que todos ofrecen valor y, por eso, que lo ideal es destinarles toda la banda.

¿Cuál es la importancia de reservar toda la banda para uso no licenciado o, si cabe, la formulo al revés: existe un riesgo potencial al compartir ese espectro y repartirlo, por ejemplo, en dos bandas?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que esa banda no está desocupada. A veces, se minimiza el problema, pero allí también hay enlaces satelitales y enlaces fijos, dado que es muy importante para backhaul (los enlaces de microondas están ahí). Dependiendo del país, estos enlaces no son solamente de los operadores móviles, también hay militares y puede haber de defensa, o también de lo que llamamos utlilities. En fin, es ampliamente utilizada. Y, en algunos casos, inclusive, se usan para que los móviles de televisión puedan enviar señales con sus noticias. La banda de 6 GHz no está desocupada y no se puede minimizar el debate acerca de si el uso es para Wi-Fi o licenciado.

Cuando este proceso empezó en Estados Unidos, tanto allí como en Europa se lo estudió muchos años y, lo que en su momento decían vendedores y operadores -que hoy apoyan que la banda sea licenciada-, es que había que limpiarla, que no es posible usarla para comunicaciones IMT en convivencia con los actuales usuarios, y  es para tener en cuenta. Inclusive, porque lo vimos en todos los procesos de asignación de espectro para móviles en la región: se busca que la banda esté limpia porque, de lo contrario, se dice que el precio va a cambiar, que las condiciones no funcionan. Asi que, lo primero que hay que ponderar es que la banda no está limpia.

Luego, para la industria de no licenciado, para las aplicaciones que mencioné, se han hecho múltiples estudios independientes en Estados Unidos y en Europa, en los que se establecieron las condiciones para coexistir, de manera que no se generara ninguna interferencia perjudicial. Por eso, cuando defendemos el uso libre, sabemos que puede coexistir con quienes ya están en la banda, no hay que limpiarla, no hay que hacer migraciones y por eso decimos que su uso es inmediato; además de que sea un uso eficiente del espectro.

¿Entonces, en el caso de apostar al espectro compartido habría que limpiar esa porción que se licenciaría?

¡Claro! No coincidimos con esa definición de “balanceado”, por la que se propone tomar toda la banda y partirla, dejar una parte para uso libre y otra para uso licenciado. Sin embargo, en esa parte que prevén licenciar, ya están todos los usos que señalé antes. Y de hecho, hay más: en algunos países, esa es una banda que se llama “Banda planificada para proyectos satelitales” y, entonces, también habría una afectación a los proyectos nacionales. Entonces, esa noción de balancear la banda es como si cada uno tomara una parte de ella cuando es imposible hacer eso realmente: hay que mirar al espectro de manera holística, porque hay muchísimas bandas que ya están identificadas para IMT.

De hecho, el resultado de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2019 arrojó unos 17,5 Gigahertz de espectro para IMT.  Lo que hay que mirar son las necesidades y en qué bandas hay que asignar, inclusive porque hay mucho espectro que ya está identificado para IMT y que los países aún no han asignado. En este momento el déficit no pasa por continuar identificando, hay muchos otros retos asociados a 5G, como sus casos de negocio.

Esa visión de dividir en dos la banda perjudica a los usuarios, porque la calidad que van a recibir de las redes Wi-Fi no va a ser la misma que podrían tener con la banda entera, que ofrece más canales, mayor ancho de banda, mejores velocidades, menor latencia y, sobre todo, poder usar aplicaciones en espacios densos. Sucede que Wi-Fi no se cae y lo que hace es ir bajando su desempeño; en esos casos, uno como usuario se resiente porque no cuenta con la calidad de servicio que espera y que podría tener si tuviese todos los canales disponibles.

La cuestión de la afectación a los usuarios es un tema importante y lo plantearon, por ejemplo, en Chile a propósito de la marcha atrás que dio el país en su decisión. ¿Qué opinión le merece el caso?

Tuvimos la oportunidad de hablar con (el gobierno de) Chile. Allí pasó algo que es mucho más grave que en otros países pues ya habían abierto la banda completa. Lo que nos informaron nuestros asociados es que ya había clientes que habían comprado soluciones, con la apuesta de garantizar un desempeño específico y que, al bajar el espectro disponible, les generó una situación delicada dado que ya hay dispositivos homologados y entregados que quedan en un limbo. Se trata de una incertidumbre regulatoria preocupante porque no van a tener los desempeños que esperaban; es como comprar algo, esperar una cosa y recibir otra, y que la culpa no fuera de quien hizo la entrega sino del cambio realizado en las condiciones regulatorias.

Lo que hablamos con (el gobierno de) Chile es que ésta es una decisión temporal porque están pidiendo estudios a las diferentes partes interesadas para que les demuestren cuáles son las necesidades; y creo que es un reto interesante para quienes promueven el uso para IMT, demostrar cómo estamos a nivel de ecosistema.

Y otra cosa que se pasa por alto es que esta banda no está identificada para IMT, es decir, habrá que esperar a la Conferencia Mundial de Radio para saber si los sistemas IMT podrían coexistir con los que ya están en la banda. Entonces, es lamentable, porque el país fue pionero en la región y ha sido pionero en muchísimos temas, y que, por condiciones que nos parecen totalmente inciertas, está limitando lo que pueden recibir sus usuarios. Es una lástima, ojalá que con los estudios que se presenten reconsideren la decisión y vuelvan a abrir toda la banda.

Ellos anunciaron que la definición la tomarían durante el primer semestre del año próximo. Y lo dijo Claudio Araya, subsecretario de Telecomunicaciones de ese país, en el marco de una Charla de Café organizada por TeleSemana.com, donde también aseguró que la banda era muy poco utilizada y que no hubo afectación a los usuarios.

Es que el tema con Wi-Fi y, en general, con el uso de espectro libre, es que no hay una parte centralizada que pueda decir cuántos usuarios hay. Por un access point ubicado, por ejemplo, en una biblioteca, quizás hay 500 usuarios. El tema de la afectación, al final, recae en los usuarios.

Hay países como Colombia y República Dominicana que ya optaron por la totalidad del uso libre para esa banda y otros, como México y Argentina, aún tienen que definirse. ¿Cómo ven la tendencia regional? ¿Creen que la decisión de Chile impacte de alguna manera?

Al final cada país decide y son sus usuarios quienes se benefician o no. Nosotros vemos una tendencia regional muy clara, con las decisiones de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Perú y ahora Colombia. Vemos que ya hay un mercado muy grande que genera economías de escala, en territorios que representan más del 90 por ciento del PIB de la región y una cantidad masiva en términos de usuarios. Además, vemos que, afortunadamente, hay una tendencia hacia la economía de escala que beneficia a los usuarios, porque los equipos tienden a ser más económicos; y que también tememos un crecimiento impresionante a nivel de equipos, que es dos veces más rápido que lo que sucedió para 5 GHz.

Hace poco, una contribución de la DSA a la Cittel mostraba que la cifra de equipos disponibles Wi-Fi 6 en toda la banda,  en julio fueron alrededor de 792 y la última actualización dio más de 1090, aproximadamente; un número que es superior o comparable con los equipos 5G en la banda 3.5 GHz, que es la banda 5G por excelencia. Entonces, en muy poco tiempo ya están disponibles y, aunque cada país tiene sus propios procesos de homologación (que, en el caso de Chile, se frenaron por completo), esto va entrando progresivamente al mercado. La mayoría son equipos de cómputo y smartphones, y la renovación es siempre progresiva.

El nuevo equipo llega (al mercado) con la banda completa y allí vemos también el riesgo que implica no destinar la banda completa, porque los usuarios van a adquirir equipos que necesitarán modificar para usar solamente un segmento; y las estadísticas muestran que los usuarios no van a reconfigurar su equipo si luego se optara por el uso de la banda completa. Entonces, no se conseguirá el desempeño que se espera.

En la región vemos una tendencia creciente. También hemos visto que en algunos de los países que están dudando o esperando, se han recibido promesas de recaudaciones astronómicas, que resultan muy extrañas; porque, por un lado, está abierto el debate sobre el costo del espectro (que está muy caro) y, por el otro, se les dice a las autoridades que guarde la banda para subastar porque recaudará sumas altísimas; entonces, es por lo menos contradictorio. Quienes tienen experiencia en el sector y han visto el espectro, saben que no debe ser visto como un instrumento recaudatorio y tampoco deben pensar que la banda completa no se destine para uso libre por buscar una recaudación que, además y en caso de suceder, tampoco será inmediata. Además, está llena de usuarios, necesita limpieza, no tiene ecosistema, y esperar una recaudación alta… habría que analizarlo bien. Nosotros creemos que el espectro no debe ser una barrera para la conectividad, en ninguna circunstancia.

Claro, sobre todo cuando los países que tienen una estrategia recaudatoria tienen una mala experiencia de licitación; México es un buen ejemplo de eso…

Claro, México, Colombia. O sea, es muy triste tener que ver que los operadores devuelvan espectro, y es mi opinión personal, pero es que me resulta muy triste verlo porque se limitan los despliegues. Nosotros creemos que debe haber un balance, que la banda de 6 GHz debe ser toda para uso libre; y que para uso licenciado y para 5G hay otras bandas, en las que hay un amplísimo ecosistema y que ya están identificadas hace tiempo, que están acorde con el reglamento de radiocomunicaciones y creo que ahí es donde los países deberían concentrar sus acciones para el corto y largo plazo.

Hay otro argumento que dice que, si dedicamos esta banda para uso licenciado luego no vamos a tener espectro para 5G a futuro; y la historia siempre demuestra que siempre hay más espectro identificado que el que se llega a entregar. De hecho, ya se están pensando en los puntos de la agenda para la Conferencia 2027 y una de las propuestas involucra que se estudie la banda de 7 a 24 GHz para IMT; entonces, no me parece que no haya futuro, seguramente habrá más bandas.

También se está estudiando la banda 10 a 10.5 GHz en la región para aumentar esa capacidad de bandas medias; en la de 3.5 GHz el rango se ha ido ampliando, o sea, hoy ya podemos hablar que va desde de 3.3 GHz hasta casi 4.2 GHz, que es la de excelencia para 5G.

¿Qué rol tiene el uso de esta banda completamente libre en las estrategias de achicamiento de brecha digital para la región?  

Si, y es súper interesante. Hay un fenómeno que se ve cuando uno empieza a ir a zonas rurales de todo el continente y cuando busca ver quién está ofreciendo conectividad en aquellas zonas donde el modelo tradicional del negocio no cierra para los grandes proveedores, uno empieza a ver muchos actores pequeños. Sucede en Argentina, en Brasil, en Perú, en Colombia. La mayoría nace porque no llega Internet y se organizan para empezar a dar ese servicio, y lo único que pueden hacer es ofrecer servicios sobre espectro de uso libre porque, obviamente, no pueden participar de grandes subastas, ni acceder a espectro licenciado. Esas redes sólo pueden usar las bandas de 2.4 y de 5 GHz, y, cuando uno habla con ellos, admiten que están congestionadas, aunque sean zonas rurales apartadas. Además, como son canales con anchos de banda muy limitados, el servicio que pueden ofrecer también lo será.  Y le pueden dar a los usuarios 1 Mbps, 5 Mbps a 20 Mbps, en el mejor de los casos. Para esos usuarios, que solamente pueden utilizar redes no licenciadas, disponer de la banda de 6 GHz, con siete canales de 160 megahercios, es un cambio gigante.

Inclusive, ellos han venido desplegando fibra para poder mantener el servicio a sus clientes, y han llevado esa capilaridad de fibra a zonas apartadas, pero siempre necesitan del componente inalámbrico porque hay puntos en el que hay muy pocos usuarios o la geografía no facilita. Entonces hay una combinación de ese servicio. Pero también ven que si no cuentan con espectro adicional no podrán brindar servicios de calidad; entonces, todos esos usuarios que están en zonas rurales, simplemente, van a tener una conectividad de segunda, de mala calidad; cuando el uso de esta banda les podría ofrecer tener conectividad del orden del gigabit. Y eso, a nivel social, involucra un cambio impresionante.

Son pequeños y en lugares como Argentina están muy bien organizados. En Brasil, por ejemplo, según las cifras oficiales, estos proveedores de pequeño porte representan el 48 por ciento de la conectividad de banda ancha fija, es altísimo; y es por eso que allí, que inicialmente tomó la decisión para muy baja potencia y baja potencia en interiores, ahora se está considerando el uso en exteriores, para que estos operadores puedan ofrecer servicios.

Quizás el porte de los operadores vuelva invisible su importancia…

Claro, es que hay un gran impacto en la brecha pero que no es visible para quienes no conocen cómo funciona realmente este modelo. Es la realidad, pasan desapercibidos: como usan espectro de uso libre no hay grandes procesos de asignación, son empresas pequeñas y comunitarias que generan trabajo en su región, y son quienes están cerrando la brecha en aquellas zonas donde los demás no llegan. Lo mismo para las redes comunitarias. Aquí hay una oportunidad de crecimiento.

Inclusive, desde el lado empresarial, es importante para las pequeñas y medianas empresas, porque por más que hubiese un marco regulatorio, les será muy difícil tener acceso a 5G para sus redes empresariales. Está bien para las grandes empresas y, aún así el modelo de negocio es complicado, pero para las pequeñas y medianas está el Wi-Fi y podrán usar Wi-Fi de calidad, con altísima velocidad en aplicaciones que, de otra manera, tardarían muchos años en tener.

Es interesante el punto, sobre todo, porque hay una gran tradición de emprendedorismo y porque son las pequeñas y medianas las que impulsan las economías de la región; sobre todo, al observarlo como herramienta para posibilitarles la transformación digital.

Y startups. De hecho, en Europa, uno de nuestros aliados importantes han sido las asociaciones de pequeñas empresas y de startups porque, aunque les encante 5G, para aplicaciones fijas el Wi-Fi resulta más económico, además de permitirles mejorar las redes de forma progresiva para alcanzar un desempeño de baja latencia y de altas velocidades.

Finalmente, ¿cómo se da esta discusión a nivel internacional?

Europa abrió la parte baja para el uso sin licencia, pero eso no quiere decir que la parte alta sea para IMT. De hecho, está en estudio y muchos países están promoviendo el no cambio. Por ejemplo, el Reino Unido, cuya justificación es súper clara y dicen que ven más posibilidades para un mercado de equipos no licenciados y que hay muchas bandas identificadas para IMT que no se están usando. La discusión internacional sigue y no hay posiciones: Asia-Pacífico no tiene este punto de agenda; algunos países han abierto solo la parte baja pero continúan estudiando la parte alta. A veces se dice que Europa y Asia ya lo definieron… y no es así.  

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.