Los principales retos de ciberseguridad para la banca en 2023 estarán dados en poder hacer frente a los grandes ataques que realizan las bandas de ransomware, las vulnerabilidades de gran criticidad y gran presencia, como Log4Shell; y el aumento desmedido de agresiones que utilizan la modalidad de afección a la cadena de suministros, tal como lo precisa el Security Report de ESET.
La transformación digital de la banca es inevitable; por eso, tener una buena colaboración con el ecosistema de servicios financieros, agilidad en las organizaciones y los procesos, así como equilibrio entre la resistencia operativa y la capacidad de innovación, serán algunas características que ayudarán a tener un mejor control en términos de ciberseguridad, así lo menciona el Digital Banking Experience Report 2022.
Para minimizar el riesgo de robo de sus datos, a los usuarios de la banca digital se les recomienda tener conocimiento de los movimientos que realizan sus propias cuentas, contar con contraseñas más elaboradas, evitar descargar aplicaciones no necesarias o dar click en links que no sean de su confianza.
Además, y para protegerse de estas posibles vulneraciones, las empresas bancarias han ido aumentando sus buenas prácticas al adaptar más tecnologías de seguridad y mejorar su sistema, ya que paulatinamente se ha visto cómo los bancos se han transformado digitalmente ofreciendo soluciones digitales.
Para mediados del 2022, Puerto Rico sufrió más de 12.4 millones de ataques confirmados, según datos de la iniciativa para crear la Ley de Ciberseguridad del Estado Libre Asociado de la isla.
Por otro lado, en América Latina los países con más afectaciones han sido México, Brasil, Colombia y Perú, así lo señala el National Cyber Security Index NCIS.
Los bancos tradicionales requieren balancear sus inversiones entre mantener sus sistemas legados centrales y construir nuevos productos digitales, pues este sector está presentando una tendencia de mayor desarrollo en productos y servicios digitales.
Todo lo anterior implica una transición y adaptación interna, tanto de personal como de sistemas, cultura y mantenerse a la vanguardia en términos de ciberseguridad.
