Vicky Brady es, desde hace casi un año, la directora ejecutiva de Telstra y su paso por el Congreso Mundial de Móviles (MWC 2023) de este año resultó provocador porque instó al sector a quitarse el polvo, cambiar el chip mental y aprovechar las “profundas oportunidades” que vislumbra la próxima década. Y, en esa propuesta, los operadores deberían asumir la posibilidad de perder un poco el control de la red de extremo a extremo y zambullirse en estrategias de colaboración.
Tal como lo señalan las crónicas publicadas por Mobileworldlive y por El Español, entre otros medios internacionales, el paso por el escenario del MWC 2023 fue interesante porque señaló al propio sector al sentenciar que- palabras más, palabras menos- muchos de los presentes son parte de esa industria que vio aparecer muchas oportunidades pero que las dejaron pasar al haberse “enfocado” en proteger lo existente; y los invitó a cambiar.
¿Qué piensa del sector? Que los operadores deben convertirse en constructores de ecosistemas, es decir, reunir las apuestas de 5G, con las tecnologías de inteligencia artificial, la automatización y la “explosión de aplicaciones”. Caracterizó al momento que atraviesa el sector como “fundamental” como consecuencia de que la conectividad se ubica en un lugar de “piedra angular” para todas las industrias.
Entonces, caracterizó las particularidades que debe tener ese cambio de mentalidad, donde la colaboración ocupa un lugar central y debe involucrar a todo el universo de actores que integran el ecosistema, cualquiera fuera su tamaño y especificidad, de cara a poder enfrentar los desafíos actuales y futuros.
“Tenemos que asociarnos… con nuestros clientes, con líderes tecnológicos, con líderes y expertos de la industria para poder co-crear soluciones para nuestros clientes. Esto requiere un cambio de mentalidad muy grande”, dijo y publicó Mobileworldlive; y agregó, con sentencia arrolladora: “La conectividad es absolutamente la base. Hay estimaciones en la actualidad que indican que, en el próximo período, la innovación digital creará un valor de AUD10 billones (6.700 millones de dólares) a AUD15 billones. Y lo que hacemos es absolutamente la base de eso. Pero creo que el impacto real es cómo trabajamos para habilitar las cosas en la parte superior de nuestras redes”.
Y, entonces, arrojó la advertencia: no avanzar ese cambio, a su entender, podría ser grave porque los operadores corren el riesgo de que otros capitalicen aquel “valor creado en nuestras redes”. Si, una discusión parece reflejarse en ese tire y afloje histórico entre operadores y las gigantes de Internet.
A la sentencia le siguió el consejo de empezar a amigarse con la posibilidad de abandonar esa tutela de la red de extremo a extremo, no tener siempre el control. Y dejó la pregunta sobre la mesa.
