El uso de los fondos de servicio universal (FSU) también pueden ser utilizados de forma estratégica y un buen ejemplo lo ofrecen los 1.211 barrios populares a los que el Ente Nacional de Comunicaciones de la Argentina (Enacom) conectó en los tres años que acumula de vigencia el Programa para el Desarrollo de Infraestructura para Internet Destinado a Villas y Asentamientos Inscriptos en el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (Renabap). En total, se destinaron más de 50 millones de dólares (12.000 millones de pesos según la ecuación cambiaria de la fecha, en la que un peso argentino equivale a 0,0042 dólar estadounidense) para vehiculizar 83 iniciativas de conectividad que impactan en la vida de 5.600.000 personas ubicadas en diversas latitudes del país.
El Renabap fue un proyecto nacido en plena pandemia, en junio de 2020, “con el objetivo de ampliar el acceso a Internet en zonas vulnerables y con impedimentos geográficos, usualmente descuidadas por las prestadoras privadas, lo cual redunda en la ampliación y materialización del derecho humano básico a la conectividad”, recuerda la cartera y precisó que, además de lograr la conectividad de las personas, también significó que 252 escuelas, 141 centros de salud y hospitales y 83 puestos de seguridad accedieran al servicio de Internet de buena calidad.
“La falta de acceso a conectividad de banda ancha en igualdad de condiciones constituye uno de los problemas más evidentes en la actualidad, lo que impide, a su vez, la concreción de otros derechos. La creciente demanda y necesidad por parte de los sectores más postergados de la Argentina, que se vieron profundizadas en la pandemia, configura la principal motivación de la actual gestión de Enacom para implementar políticas públicas y federales de largo plazo”, dice el anuncio con que el organismo difundió este logro pero donde también se precisó que la cartera conectó a casi dos millones de personas a través de sus 20 programas de conectividad.
Lo interesante de este anuncio fue que sirvió, además, como excusa para repasar las iniciativas en las que el Ente distribuyó los recursos del FSU, iniciativas que se caracterizaron por aspirar al desarrollo de redes de acceso a Internet y de servicios de comunicaciones móviles, pero también a través de cuyos Aportes No Reembolsables (ANR) se buscó atender otras necesidades puntuales.
En ese balance, el Ente precisó que a través de sus 20 programas y la aprobación de 306 proyectos, llegó con conectividad a 5.700.174 personas que no tenían acceso a Internet, dispersas en 820 localidades de todo el territorio nacional. Con todo, el monto invertido por el organismo fue de 13.409 millones de dólares (más de 31.672 millones de pesos) sobre un monto total ejecutado de 46.499.315 dólares (más de 10.983 millones de pesos).
En este marco, además, Juan Manuel Cheppi, secretario de Economía del Conocimiento, subrayó que “gracias a los beneficios de la conectividad”, el país realiza exportaciones por 7.000 millones de dólares que impactan en las arcas del Estado, pero también destacó que la disponibilidad de Internet amplía la posibilidad educativa de los sectores más vulnerables.
