Orange presenta el lanzamiento de dos megacables submarinos de última generación que conectan Francia y los Estados Unidos. Orange ha anunciado que una nueva ruta transatlántica en el megacable submarino de telecomunicaciones “AMITIE” está lista para ofrecer servicio, dice en su comunicado. Después de casi cuatro años de trabajo entre los dos continentes y la finalización de pruebas de validación, este cable ofrece una solución completamente segura para complementar el otro megacable, Dunant, lanzado en enero de 2021, dice Orange en su comunicado.
Con una longitud total de 6.800 kilçometros y 16 pares de fibras, con una capacidad máxima de 400 Tbps, AMITIE conectará Lynn, cerca de Boston en Estados Unidos, Le Porge, cerca de Burdeos en Francia, y Bude en Inglaterra. Orange se beneficiará de dos pares de fibras ópticas en este nuevo sistema, garantizando resistencia y continuidad del tráfico en la ruta transatlántica, lo cual es fundamental para la conectividad a Internet a nivel global.
A pesar de que ambos cables conectan Estados Unidos con Francia, los cables Dunant y AMITIE tienen rutas separadas, evitando así cualquier riesgo de interrupción del tráfico en este eje estratégico. Sus latencias respectivas de 38 milisegundos (ms) —Ashburn en París— para Dunant y 34 ms —Burdeos de Nueva York— para AMITIE garantizan una excelente calidad de experiencia y servicio.
Estos dos megacables han sido diseñados para mantenerse al ritmo de las futuras generaciones de tecnologías de transmisión óptica y podrán mantener un alto nivel de rendimiento durante los próximos 20 años, dice Orange.
En Francia, Orange supervisa la parte francesa del cable y se encarga de operar y mantener la estación de aterrizaje del sistema. Proporciona a todos los socios del cable AMITIE la infraestructura terrestre necesaria para su funcionamiento sin problemas, desde el límite de las aguas territoriales francesas hasta el nuevo centro de datos de Equinix en Burdeos.
Orange también ofrece a sus clientes mayoristas y empresariales conectividad desde Estados Unidos a los puntos de acceso europeos, gracias a la capilaridad de su red europea. Al apoyarse en su red terrestre extendida a partir de Burdeos, Orange puede conectar el resto de Europa y, en particular, los principales centros europeos —París, Fráncfort, Madrid, Ámsterdam y Londres— a través de rutas seguras, ya sea con fibra oscura o mediante su avanzada red de transmisión óptica WDM. Además, las rutas entre Burdeos y Marsella se han reforzado para ofrecer la solución más directa y eficiente para enlazar África, el Medio Oriente y Asia con Estados Unidos.
Desde su fase de estudio hasta su construcción, el cable AMITIE integró los más altos estándares en términos de protección del medio ambiente. La elección del sitio de aterrizaje y la infraestructura se hizo para evitar las zonas más sensibles y utilizar tecnologías menos invasivas, asegura Orange. En Francia, la infraestructura es en su mayoría subterránea y completamente integrada en el paisaje. Por ejemplo, se eligió la perforación direccional horizontal para pasar por debajo del bosque, las dunas y la playa, evitando cualquier impacto en la flora y fauna. El cable en aguas territoriales francesas y más allá también está enterrado en el lecho marino para evitar conflictos con la actividad pesquera. Por último, al desplegar las últimas tecnologías de fibra óptica y transmisión, el costo energético por megabit transportado se reduce significativamente.
