Los servicios de banda ancha fija representaron más del 80 por ciento del tráfico mundial de Internet en 2022, al tiempo que la cobertura de la red móvil 5G se ha ampliado hasta llegar a casi el 40 por ciento de la población mundial desde que comenzó el despliegue comercial en 2019. Estos fueron algunos de los datos que se compartieron en el marco de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-23), que desde la semana pasada se celebra en Emiratos Árabes y donde se dieron a conocer nuevos indicadores globales que grafican el crecimiento del acceso a Internet, pero también de las carencias estructurales.
La buena noticia acerca del crecimiento de 5G en el mundo está acompañada por una mala noticia: el 89 por ciento de las personas que disfrutan de 5G habitan países donde se perciben ingresos altos. 5G “está casi ausente en los países de bajos ingresos”, dice el reporte y sincera la foto de la evolución de las comunicaciones móviles.
Y, por ello, la obsolescencia tecnológica de las redes también formó parte del abordaje porque en los países de bajos ingresos son las redes 3G las que posibilitan la conexión pero, como es de esperarse, su poder no alcanza para acceder a todos los beneficios que la transformación digital ya introdujo en otras latitudes (como diagnóstico médico remoto o el aprendizaje en línea). Mientras tanto 4G “sigue siendo un camino hacia una conectividad significativa, pero solo llega al 39 por ciento de la población en los países de bajos ingresos”.
Sí, la problemática de la brecha digital fue tema de debate en el encuentro global sectorial, donde también se exhibieron los resultados de “Facts and Figures 2023”, el reporte en el que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) cruzó indicadores globales para revelar las disparidades de la brecha digital que, sobre todo, es económica.
Entre los elementos que este reporte incorpora se advierten los vinculados al uso de Internet, pero también a las brechas de género. Por ejemplo, se destaca que los servicios de banda ancha fija representaron más del 80 por ciento del tráfico mundial de Internet en 2022 y que el volumen del tráfico sobre redes fijas es mayor al de las móviles, por ende, refleja las brechas de asequibilidad.
“El predominio de las redes fijas subraya la disparidad de conectividad global entre los países de ingresos altos y bajos, con solo una suscripción a banda ancha fija por cada 100 personas en los de bajos ingresos debido a los altos precios y la falta de infraestructura”, dice el propio anuncio de la UIT. La propia Doreen Bogdan-Martin, secretaria general del organismo, aseguró que “cuanto más y más rápido avanza la tecnología, más urgente se vuelve nuestra misión de conectar a todos”.
La estimación oficial indica que 2.600 millones de personas, o un tercio de la población mundial, seguirán sin conexión en 2023. Pero no sólo eso; el reporte de la UIT refleja que el promedio mensual de uso de datos fue de 257 GB por suscripción de banda ancha fija, en comparación con 11 GB por suscripción de banda ancha móvil en 2022.
De ellos, se desprendió otro dato que es socioeconómico: el tráfico mensual de banda ancha fija en los países de bajos ingresos promedió 161 GB en comparación con solo 1 GB para la telefonía móvil.
Por ello, el organismo resaltó que quienes están conectados en los países con menores ingresos utilizan menos datos, es decir que “no están aprovechando todo el potencial de la conectividad ni aprovechando los beneficios de la transformación digital”.
En lo que respecta a la cuestión de género, el documento exhibió que el 70 por ciento de los hombres utilizan Internet, frente al 65 por ciento de las mujeres; mientras que en lo que a la cuestión etaria respecta, crece el uso de Internet entre los jóvenes en todas las regiones del mundo: el 79 por ciento de las personas de entre 15 y 24 años utilizarán Internet en 2023, es decir, un 14 por ciento más que el resto de la población.
Con todo, el reporte completo está en línea y accesible desde aquí.
