Un nuevo estudio de Juniper Research predice que para el año 2030 habrá 290 millones de conexiones 6G a nivel mundial, un año después de su lanzamiento esperado en 2029.
Para lograr este crecimiento temprano, el informe destaca que los operadores deben resolver varios desafíos tecnológicos, entre ellos, el problema de la interferencia de red derivada del uso de espectro de alta frecuencia.
El uso de espectro de alta frecuencia en la tecnología 6G será la clave para proporcionar velocidades de transmisión 100 veces mayores que las actuales redes 5G. Sin embargo, dado que las tecnologías celulares nunca han utilizado bandas de espectro en este rango, la preocupación más apremiante para los operadores es minimizar esta interferencia de red o correr el riesgo de crear una red 6G poco confiable, dice la consultora.
Para abordar este desafío, el informe insta a los operadores a invertir en las llamadas superficies inteligentes reconfigurables (RIS, por sus siglas en inglés); una tecnología que mitigará el impacto de la interferencia causada por obstáculos grandes, como edificaciones, en los servicios de red. Esto se logra al reflejar y refractar de manera intencionada las señales móviles 6G para permitir que los paquetes de datos se muevan alrededor de obstáculos físicos.
A medida que los estándares de 6G se aclaren en 2025, la tecnología RIS debe convertirse en una prioridad inmediata para el desarrollo. Sin embargo, el informe advierte que, dada la extensión geográfica de algunas redes 6G, los operadores deben implementar la inteligencia artificial (IA) para monitorear y ajustar la configuración de RIS en tiempo real y maximizar los beneficios de la tecnología.
“La cobertura inicial de 6G ocurrirá en las áreas geográficas más densamente pobladas para servir a tantos usuarios como sea posible. Por lo tanto, la tecnología RIS será clave para proporcionar un servicio 6G valioso tanto a consumidores como a clientes empresariales en los primeros años de operación de la red”, dice el autor de la investigación, Alex Webb.
