Hace un año se conocía que Telefónica Hispam había llegado a un acuerdo de venta del 64 por ciento de Pangeaco (Pangea), red de fibra óptica mayorista independiente de acceso abierto de Perú, a una filial de Kohlberg Kravis Roberts (KKR) y a Entel Perú. Sin embargo, ese plan parece haberse disuelto. Esto sucede casi en simultáneo con la decisión de la filial peruana de reducir su capital social.
El acuerdo entre Telefónica Entel y KKR avanzaba viento en popa. Hace tres meses, por ejemplo, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual de Perú, el Indecopi, había autorizado la operación, pero con condiciones vinculadas a la concentración empresarial en el mercado mayorista de redes de acceso de fibra óptica. En esa oportunidad, fue la Comisión de Defensa de la Libre Competencia del Indecopi la que introdujo cambios en la cláusula de no competencia mayorista, que pasó de 15 a 3 años además de modificar el plazo de obligación de compra exclusiva, de 15 a 5 años. Inclusive, había eliminado las cláusulas de derecho de primera oferta, derecho a igualar y de no competencia minorista.
En ese comunicado, publicado el 23 de septiembre -y disponible aquí-, el órgano advertía que “las redes de acceso de fibra óptica al hogar son un insumo importante para que los operadores minoristas de telecomunicaciones presten servicios fijos a los hogares” y citaba indicadores del regulador local, el Osiptel, donde precisaba que hasta el cierre del primer semestre del año, las operadoras de Internet habían registrado 2,5 millones de conexiones con fibra óptica, equivalentes al 65,45 por ciento del total de conexiones de Internet fijo a nivel nacional.
También precisaba que ésta era “la tercera operación que se aprueba con condiciones en segunda fase, según el régimen de control previo de operaciones de concentración empresarial vigente desde junio de 2021”.
Sin embargo, y según trascendió en la agencia internacional Europa Press, Entel acaba de comunicar a la Comisión para el Mercado Financiero de Chile que este acuerdo se caía porque Pangea le había informado del “incumplimiento” de algunas de las condiciones originales. Dijo: “Pangea ha comunicado que, debido al incumplimiento de ciertas condiciones de cierre estipuladas en el SSA (en referencia al acuerdo), relacionadas con una transacción paralela entre KKR y Telefónica Hispam respecto a Pangea que no se materializará, Telefónica Hispam ha expresado que tiene la intención de documentar formalmente la terminación del SSA. A la fecha, las partes del SSA mantienen conversaciones relativas a los términos y condiciones de dicha terminación”, explicó Entel en su comunicado (…) A esta altura no es posible estimar el impacto que la terminación de la transacción pueda tener en la utilidad consolidada de la compañía”.
Imagen: Matt Artz/ Unsplash
Lo cierto también es que Telefónica de Perú está en un momento complejo. Hace pocos días, la filial anunció en un comunicado oficial la reducción de su capital social por 1.150 millones de soles (más de 307 millones de dólares), destinados a “absorber pérdidas acumuladas en el ejercicio”, por 2.800 millones de soles (749.188.134 dólares); pero también se advertía un cambio en la estrategia para “transformar” y “sanear” la operación.
“Como es de conocimiento público, los resultados de la Sociedad en los últimos años han sido fuertemente impactados por las históricas controversias con SUNAT (NdR: siglas de la entidad peruana de administración tributaria), así como la falta de predictibilidad jurídica y la alta competencia en el sector. En ese contexto, Telefónica Hispanoamérica ha brindado apoyo financiero en el 2024 y capitalizado préstamos por 2.800 millones de soles durante el año con la finalidad de lograr el saneamiento patrimonial de Telefónica de Perú. La situación actual de la Sociedad requiere que su administración analice todas las alternativas posibles para lograr la transformación y sustentabilidad de sus operaciones”, dijo el operador en su anuncio.
Hace un año, el plan involucraba que KKR, a través de su filial Pangea Luxco, y Entel Perú entraban en el capital social de la compañía mayorista de fibra de ese país con una porción mayoritaria y que Telefónica conservaría el 36 por ciento; que se vendería a Pangea “activos de su infraestructura” y que se establecerían “determinados pagos variables” a lo largo de cuatro años, una vez cerrada la transacción. A su vez, KKR prometía que invertiría adicionalmente unos 200 millones de dólares, para “acelerar la expansión de la infraestructura digital ultrarrápida” y más que duplicar la cantidad de hogares pasados al llegar con 5,2 millones de hogares a fin de 2026; además de renombrar la apuesta como ON NET Fibra de Perú.
Según la agencia internacional, el grupo Telefónica había informado que “las partes de esta transacción “mantienen conversaciones” y que una vez que se produzca “algún desarrollo relevante” se informará al mercado. Pero hoy, y ahora, todo aquel plan en Perú parece pender de un hilo.
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