Los pequeños prestadores se arman para la competencia. Mientras en Europa, los proveedores de Internet se oponen a que la consolidación que protagonizan las grandes operadoras sea regulada, en tierras latinoamericanas comienzan a organizarse para hacer valer lo hecho en materia de conectividad. Acaba de presentarse de manera oficial, la Alianza Latinoamericana de Telecomunicaciones (ALT, como la tecla que permite obtener caracteres distintos en la computadora) que tiene como objetivo unificar asociaciones y colectivos de la industria en América latina para influir en programas, legislaciones y políticas públicas nacionales e internacionales.
Casi de manera mística, el lanzamiento coincidió con el legado del Papa Francisco, que proclamó que en la Iglesia hay lugar para “todos”, y con el que acaba de dejar el ex presidente de Uruguay, José Pepe Mujica, para quien “si no somos capaces como país de educar y de formar a las generaciones que vienen, van a pertenecer al mundo de los irrelevantes, de los que no sirven ni para que los exploten”. Lo que se propone ALT es ser relevante de la mano de las decenas de miles de proveedores de Internet que existen en la región. Y de hacer comprender a los decisores sobre el rol que cada jugador del ecosistema de las telecomunicaciones cumple a la hora de hablar de conectividad.
Imagen creada con ChatGPT
En esta primera fase, ALT está integrada por la Asociación de Telecomunicaciones Independiente (ATIM) de México, y por la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (CATEL), de Argentina. La primera reunión de esta alianza se concretará a finales de junio en México, para cuando se espera que se hayan sumado nuevas entidades.
“La idea es integrar a los operadores a la conversación de política pública porque cuando se definen iniciativas de conectividad siempre se busca a los operadores nacionales que no tienen presencia en esas comunidades remotas y rurales; y se ignora a los que brindan servicios en esas áreas, cuando es más fácil hablar con los que están presentes para resolver los problemas de la conectividad, por experiencia y por conocer las localidades”, dijo a TeleSemana.com, José Otero, flamante director de ALT, quien con esta designación vuelve a ponerse al frente de una entidad, ahora para defender y valorar el rol de los ISPs.
Lobby del bueno
Como parte de estas acciones, se buscará compartir experiencias y consolidar esfuerzos para influir, de manera lógica, basada en evidencia y constructiva, en programas, legislaciones y políticas públicas tanto a nivel nacional como internacional, dijo la entidad a través de un comunicado.
El compromiso de ALT es “transformar” el panorama de las telecomunicaciones de la región. América latina está atravesada por un proceso de fusiones y consolidaciones similar al que se está dando en Europa. Allí, los pequeños prestadores están atentos a lo que pueda suceder en materia regulatoria con la concentración. Aquí, el objetivo será modernizar la discusión que, en algunos casos, parece haber quedado atrapada en trajes que ya no le quedan a nadie.
Por eso, entre los principios se buscará plantear la transición del concepto obsoleto de cobertura universal hacia uno de conectividad significativa. ¿De qué trata esto? El concepto de servicio universal es llegar a todo el mundo, conectarse a Internet independientemente de la calidad de servicio. Pero la conectividad significativa alude a un “acceso lo suficientemente decente para acceder al contenido y aplicaciones, y que Internet tenga impacto positivo en la vida de las personas, en su día a día”, subrayó Otero. Concepto sobre el que ya están trabajando algunos gobiernos.
Otros objetivos que perseguirá ALT serán la promoción de la inclusión de operadores locales y de proximidad en el desarrollo de políticas públicas, especialmente en proyectos de cobertura social adaptados a localidades específicas. También, la defensa del acceso equitativo al espectro radioeléctrico mediante políticas que permitan el uso local temporal y mecanismos de remuneración justos. Con excepciones, como Brasil, en el resto de los países de la región prácticamente ningún ISP tiene acceso a espectro.
Empoderar a los prestadores locales
ALT sumará también acciones vinculadas con la reducción de la dependencia de servicios provistos directamente por el Estado, mediante el empoderamiento de operadores locales. Trabajará, también, en lo vinculado con el fomento de incentivos fiscales y subsidios para invertir en infraestructura y servicios de última generación en comunidades desatendidas o de bajos ingresos. La cuestión del financiamiento resulta clave tanto para desplegar nueva infraestructura como para mantener y actualizar lo existente y cumplir con los objetivos de conectividad significativa.
El intercambio de mejores prácticas, la promoción de regulaciones transparentes y estables para la obtención de conecesiones, permisos, renovaciones y asignaciones, la lucha contra la piratería y la construcción de reglas equitativas para el acceso a la infraestructura pública y privada serán otros de los pilares sobre los que trabajará ALT.
Imagen: MTC Perú
En América latina, existen más de 25.000 ISPs, nucleados en distintas organizaciones, que bien podrían sumarse a ALT para hacer fuerza por esos objetivos. Sólo en Brasil, donde se está dando un proceso de consolidación, existen más de 20.000 pequeños prestadores, mientras en la Argentina hay más de 1.200 proveedores de Internet, entre pymes y cooperativas, sin olvidar la existencia en paralelo de unos 350 operadores regionales distribuidos en este territorio.
ALT viene a ofrecer una nueva forma de abordar las telecomunicaciones, a través de una manera colaborativa que persigan resultados a nivel de desarrollo. El nuevo juego acaba de empezar.
Debe estar conectado para enviar un comentario.