El demonio de Tasmania sigue suelto: Panamá intenta ordenar el enredo de cables que azota a América Latina

La verdad es que cuando uno mira cómo están colocados los cables de los servicios de telecomunicaciones -y electricidad- en algunas ciudades de América latina, lo primero que se viene a la cabeza es que por ahí pasó el demonio de Tasmania. No sabemos si es lo que pensó la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) de Panamá. Sí sabemos que el regulador continúa ejecutando el plan de reordenamiento de cables en ese país.

Al menos es lo que anunció ahora. Porque, en verdad, el Plan Nacional de Reordenamiento de Cables de Telecomunicaciones se puso en marcha a través de la resolución  AN No. 3381-Telco del 24 de marzo de 2010. Han transcurrido 15 años desde esa decisión y, a juzgar por lo que muestra la foto que acompaña a esta nota, no parece que la hubieran tenido muy en cuenta: ni las operadoras de telecomunicaciones ni el regulador. Los cables están endemoniados.

Imagen creada con IA

Pero bueno, vamos a darle un nuevo changüí. La ASEP informó que este plan, “que responde a estándares internacionales de gestión de infraestructura urbana, contempla la eliminación de cableado obsoleto, la migración progresiva hacia redes subterráneas, y la optimización del uso compartido de postes y ductos, en coordinación con empresas operadoras y administradoras de redes”.

El regulador realizó inspecciones en calles del corregimiento de Calidonia, una zona residencial de la ciudad de Panamá, lideradas por el director nacional de Telecomunicaciones, Alkin Saucedo. Allí, dijeron, se verificó el avance de las labores de reorganización con la intención de fortalecer la seguridad pública, mejorar la estética urbana y facilitar el despliegue de nuevas tecnologías como la fibra óptica. Parece que queda mucho trabajo por delante por hacer.

La ASEP recordó que entre enero de 2024 y abril de 2025, el plan ha intervenido 68 rutas de trabajo a nivel nacional, extensión equivalente a más de 59 kilómetros de cableado, de los cuales 32 kilómetros correspondían a material en desuso, incluyendo cables coaxiales, de cobre y de fibra óptica instalados de forma irregular o en mal estado.

Además de Calidonia, las intervenciones del regulador se concretaron también en las provincias de Panamá, Panamá Oeste, Colón, Coclé, Chiriquí, Herrera, Los Santos y Veraguas, beneficiando a corregimientos clave como Betania, Bella Vista y Pueblo Nuevo en la ciudad capital.

La gestión del cableado suele ser un punto crítico en las ciudades y municipios. Lo que se ve en la imagen de este artículo se replica, y con mucho más desorden y cables anudados, en distintas ciudades de América latina. Río de Janeiro, en Brasil, es un buen ejemplo de ello. Se sabe que el sector se resiste a soterrar cables por los costos, que son constantes las disputas con las empresas de energía eléctrica, y que los municipios tampoco se hacen cargo de esa tarea.

Reordenar el cableado parece algo lógico y sensato si se pretende avanzar en políticas de digitalización. Lo curioso es que una norma de 15 años de vida haya sido tan poco respetada, al menos por lo que se en la foto en Panamá. Hay tareas de inspección que, parece, necesitan más atención. El demonio de Tasmania no perdona.

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Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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