Los operadores móviles de telecomunicaciones vienen reclamando desde hace, por lo menos, una década un cambio en el modelo de implementación del RAN de sus redes, la porción más onerosa y sobre la que tienen menos control. Con la llegada de la 5G, los principales operadores se han puesto manos a la obra en el desarrollo de una nueva arquitectura para el RAN que lo haga abierto y que permita mezclar piezas de diferentes proveedores. El desarrollo de un nuevo RAN abierto persigue crear unas condiciones muy determinadas para reducir los costos de implementación a través de la competencia e innovación de un ecosistema menos cerrado y más dinámico.

Las implicaciones de la llegada de Open RAN son más profundas que simplemente abrir el RAN, sino que es parte de la transformación de los operadores a jugadores más ágiles e innovadores a través de la virtualización y cloudificación de sus redes. No tiene mucho sentido que toda la infraestructura vaya en esta dirección y el RAN quede como un coto cerrado de los proveedores de infraestructura. La llegada de Open RAN a Latinoamérica es algo que ya está sucediendo con algunas implementaciones de RAN virtualizado como primer paso, lo que da pie a pensar que en próximos años empezaremos a ver redes Open RAN en Latinoamérica tanto en las zonas de alta densidad de población como también principalmente en áreas rurales, redes privadas o soluciones in building.