Finalmente arranca el Plan Nacional de Banda Ancha

Las primeras cinco ciudades brasileñas que formarán parte del Plano Nacional de Banda Larga (PNBL, Plan Nacional de Banda Ancha) serían conectadas en los próximos dos meses. De no mediar ningún inconveniente —debe recordarse que el PNBL tuvo varios idas y vueltas, polémicas y desacuerdos entre el Gobierno y el sector privado—, la ciudad de Brasilia (el Distrito Federal) y los municipios de Alexânia, Senador Canedo y Morrinhos, en el estado de Goiás, y Araporã, en Minas Gerais serán conectados por Telebrás en un plazo de 60 días.

Estos nuevos plazos previstos surgen porque la semana pasada fue finalmente firmado el primer contrato para el uso de la infraestructura de fibra óptica de la empresa brasileña Petrobrás, en lo que representa al menos cuatro meses de atraso en comparación con la expectativa inicial de Telebrás, que pretendía emprender la conexión de ciudades ya en enero de este año.

Este primer contrato firmado entre las dos megaempresas estatales de Brasil abarca lo que se conoce como el tramo “Sudeste” de la red, que incluye 28 Puntos de Presencia (PoPs) en unos 2.000 kilómetros de cableados que comunican a la ciudad capital, Brasilia, con las capitales de los estados de Minas Gerais, Rio de Janeiro y São Paulo.

El contrato firmado por Telebrás con Petrobrás, a diferencia del que el operador mantiene con Eletrobrás, se realiza por “tramos de red”. En cambio, con las subsidiarias del sector eléctrico, que incluyen a las empresas Furnas, Chesf, Eletrosul y Eletronorte, el contrato es de nivel nacional. Por lo tanto, además del tramo “Sudeste”, faltan firmar con la compañía petrolera los tramos conocidos como “Sur” y “Nordeste”, que sube hasta el estado de Bahia.

En lo que respecta a los valores por el uso de la red, los medios brasileños mencionan la cifra de 94,95 reales (alrededor de 58 dólares) mensual por kilómetro de par de fibra. En base a esto, si bien la cifra oficial no fue divulgada, la prensa especializada en Brasil habla de un contrato cercano a los 2,2 millones de reales (unos 1,3 millones de dólares) por año para este primer trecho.

No obstante, a pesar de las buenas noticias, no todo es color de rosa dentro del proyecto. Esta misma semana el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, admitió que será necesario aplicar cambios al programa, sobre todo en lo que respecta a la universalización, y comparó el PNBL con el proyecto de Corea del Sur, donde según sus palabras, el acceso fue universalizado por el sector privado en base a directrices del Gobierno.

Las declaraciones del ministro parecen una clara alusión al reciente conflicto entre el Gobierno y los operadores, por el supuesto retraso por parte de los actores privados en la implementación de las metas de universalización, correspondientes a acceso a Internet, pautadas para el año pasado y para 2011. Bernardo dijo que los coreanos “concuerdan con que es el Estado quien tiene que establecer las políticas, tiene que dar la dirección y definir como será hecho. Allí las empresas actúan bajo la política pública del Gobierno”. Además, el directivo recordó cuál es la meta a lograr: que para 2014 el número de brasileños con acceso a Internet debe duplicarse, y pasar de los 20 millones que existen actualmente a 40 millones de usuarios en tres años.

Por otro lado, Bernardo comentó a la prensa que TIM (Telecom Italia) se encuentra en negociaciones con Telebrás para participar en el proyecto. De la propia Telebrás admitieron a los medios que existieron un par de reuniones con ejecutivos de TIM, una en abril y otra este mes de mayo. Las conversaciones versaron acerca de acuerdos para compartir infraestructura y sobre un proyecto para construir una red en conjunto entre ambos operadores.

La integración de TIM, otro fuerte jugador del mercado móvil local, al proyecto, genera buenas expectativas en el Gobierno. De acuerdo con el ministro, la inclusión de la compañía móvil de origen italiano aumenta la competencia entre los operadores, lo que daría como resultado una mejora de la calidad del servicio y una reducción del costo al usuario final. Para Bernardo, el precio que exige la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, unos 35 reales (cerca de 21 dólares) por una conexión de 1 Mbps, puede incluso reducirse a la mitad.

Lucas Ledesma es un periodista que cubre el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información desde 2004. Ha trabajado y colaborado en diversos medios digitales e impresos relacionados con estos sectores. En abril de 2007, se unió a Tele-Medios como editor de TeleSemana.com. Su formación académica incluye la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina) y un posgrado en Gestión Estratégica de las Comunicaciones en la Universidad de Belgrano (Ciudad de Buenos Aires, Argentina).

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