Brasil vuelve a perder otra oportunidad en el despliegue de WiMAX

El entusiasmo por el despliegue de WiMAX en Brasil se fue desvaneciendo a lo largo de los años debido a poco menos que curiosas circunstancias que han ido retrasando la licitación de frecuencias cuando el proceso parecía estar cerca de su fase final. Una vez más, las licencias en la banda 3,5GHz vuelven a congelador generando daños invisibles de valiosa cuantía. Si Brasil quiere, como desmuestran sus políticas sectoriales, fomentar la adopción de la banda ancha, debe evaluar los daños que para ese proyecto provoca no tener operativa para la oferta de banda ancha el espectro 3,5GHZ. La que esperamos que sea la última piedra del camino, no es nueva, es, de hecho, una vieja conocida de esta banda: su relación con las señales satelitales.

Esta vez, la Asociación Brasilera de emisoras de Radio y Televisión (Abert), exigió que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) presente estudios que demuestren que la utilización de banda ancha en la frecuencia 3,5 GHz no afecta las transmisiones de la banda C satelital, utilizada por alrededor de 20 millones de usuarios con antenas parabólicas para la recepción del servicio de televisión. Una advertencia que surgió a nivel internacional hace cuatro años, cuando WiMAX parecía que se iba a comer el mundo, y que hoy vuelve a retrasar el concurso público de una banda cuya importancia igual se minimiza debido a la batalla entre WiMAX y LTE.

En 2007, luego de unos testeos llevados a cabo por el Satellite Users Interference Reduction Group (SUIRG) en el último trimestre de 2007, se concluyó que los servicios satelitales fijos y WiMAX interferían entre sí cuando WiMAX operaba en 3,5 GHz. Lo que en su momento parecía una irrealista recomendación del grupo, a través de los años se fue cristalizando como realidad. En aquél entonces SUIRG sugería a los reguladores no otorgar licencias en esa banda para evitar de esta manera las interferencias entre los sistemas, ya que la banda C es crucial para los operadores satelitales. Una solución absolutamente polémica teniendo en cuenta la efectividad de la tecnología para cubrir zonas de difícil acceso y masificar la banda ancha.

La idea de que la solución planteada era sencillamente controvertida también se vio sustentada por la respuesta  que se publicó luego del informe por parte de los defebsores de WiMAX: “no hay nada nuevo para el WiMAX Forum en el reporte de SUIRG”. Por un lado, el Forum destacó que los sistemas inalámbricos siempre han convivido con otros sistemas sin mayores dificultades y en aquellos casos donde se han producido problemas técnicos se encontraron soluciones. Por otro lado, los operadores WiMAX no tienen nada que perder ya que las interferencias no les afectan a ellos. Es decir, la lógica indicaba que sería la industria satelital la encargada de solventar las fallas.

Brasil no ha estado atento a estos estudios y ahora inicia el debate de interferencias en 3,5GHz como si estas emergieran de la nada.

Un año más tarde de que en Estados Unidos se tratara el tema de las interferencias, en 2008, Anatel revocó la licitación de bloques en 3,5GHz, ya que entendía que la situación había cambiado dado que WiMAX ya no era considerada como una tecnología exclusiva para ofrecer acceso fijo sino que también podía utilizarse para la oferta de servicios móviles. El regulador reconocía que se basaba en una recomendación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) del año anterior, en donde se incluía a WiMAX móvil en la familia de IMT-2000. Un dato que tardó ocho meses en ser interpretado por el regulador. Una suma de tropiezos en el andar de Anatel que anteriormente ya había cancelado la subasta por un error de cálculo en los precios de salida debido a que los pliegos no contemplaban en ese momento un uso diferente a la oferta de accesos fijos.

Aplicarle a WiMAX las mismas bases que a un licitación de 3G podría desinhibir a muchos de los potenciales postulantes de un espectro que debe empezar de cero y que no cuenta con los equipos necesarios para una oferta de banda ancha personal móvil. El continuo retraso de la licitación no ayuda en absoluto a Brasil que es líder y referente en la región y que a lo largo de estos años perdió oportunidades de inversión, creación de empleo y desarrollo tecnológico. Cuestión que no sólo afecta a su mercado local, sino también al resto de los países que son vagones que suelen seguir el impulso que Brasil representa.

El vicepresidente del WiMAX Forum, Mohammad Shakouri, pidió en 2009 al regulador brasilero la liberación inmediata del espectro y “un criterio consistente, tecnológicamente neutro” para el uso de este activo. El operador ruso Yota estaba interesado en realizar fuertes inversiones en ese mercado, mientras que Intel, Parks y Asus habían anunciado que fabricarían equipos WiMAX en Brasil a partir de 2009. Sin embargo, desde hace tres años no se tuvieron mayores novedades.

Pocas explicaciones existen para dar cuenta de la incapacidad para licitar con éxito la frecuencia de 3,5 GHz. Una alternativa para justificar la falta de gestión en el tema tiene que ver con la competencia entre WiMAX y LTE -tecnología que cuenta con el apoyo de los operadores móviles- para ver cuál conquista la cuarta generación, aunque a esta altura está claro que una se disuelve, mientras la otra avanza a toda máquina para concretar el despliegue antes del inicio de la Copa mundial de fútbol que se jugará en 2014. Si bien la culpa es un invento poco generoso, las autoridades brasileras deberían repensar cómo rezagaron el desarrollo de WiMAX, lo que hubiera significado un importante salto cualitativo dentro de sus fronteras y la reafirmación de su liderazgo regional alrededor de la banda ancha.

César Salvucci es un periodista argentino egresado del instituto Taller Escuela Agencia (TEA) y actualmente cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. Sus primeros pasos en el periodismo fueron en el área cultural, dentro de la Fundación Proa. Más tarde trabajó en la redacción del diario Clarín y luego se destacó como cronista televisivo para el portal Prensa Política, donde siguió de cerca la agenda nacional e internacional entrevistando a las figuras más relevantes de la esfera política. Ahora forma parte del canal de noticias CN23 y desde mayo de 2011 escribe para TeleSemana.com haciendo foco en los sucesos más importantes del sector de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe.

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.