¡Antel, feliz cumpleaños!

Esta semana el operador estatal uruguayo, Antel, cumplió 37 años y la fiesta sirve como excusa para repasar su historia y los últimos logros de la compañía que reivindica a las gestiones estatales, generalmente caracterizadas como ineficientes y poco dinámicas. Entre los deseos a la hora de soplar las velitas del pastel, la presidenta de Antel, Carolina Cosse, pidió un objetivo final: llegar a todos los hogares a través de fibra óptica—Y es que por eso se la llaman “deseos”—.

Uno de los logros de Antel es la cuota de participación que registra en el mercado de la telefonía móvil, donde compite con los dos grandes de América Latina. Mientras que Movistar registra una participación del 39 por ciento y Claro del 17 por ciento, Antel se ubica cómodamente con su 44 por ciento. Es decir, ser estatal y líder de mercado contra los dos operadores más grandes de la región no es imposible y sirve de referente para otros operadores, como el ICE, en plena fase de transición.

Por otro lado, el operador continúa desarrollando un fuerte trabajo en materia de conexión a internet, registrando alrededor de 600.000 conexiones. Dentro de este grupo, se ubican 15.000 conexiones que corresponden al Plan Universal Hogares, un programa que le brinda conectividad de manera gratuita a los sectores más vulnerables.

Históricamente, el operador uruguayo ha tomado interesantes iniciativas. A fines de 2010, por ejemplo, realizó una demostración sobre LTE junto a Alcatel-Lucent. En esa ocasión se testearon aplicaciones como televisión móvil de alta definición, navegación de alta velocidad, colaboración interactiva, transferencias de información, manejo de fotos y video, visualización de calles y mapas, entre otras.

Ese mismo año, se anunciaba el plan de inversión que se ejecutará hasta el 2014. Ocho cientos millones de dólares que se invertirán para incrementar la capacidad de transmisión y enlaces internacionales, infraestructura en redes y en el desarrollo de las plataformas de servicios. El monto representó un incremento del 69 por ciento respecto a años anteriores. En aquél entonces, el Gobierno Nacional destinó un fondo de inversión para todas las empresas públicas de 3.650 millones de dólares.

Un logro más reciente, es el viaje a Estados Unidos para abrir su propia oficina y comenzar a operar desde el Network Access Point (NAP) de las Américas. El regulador estadounidense le otorgó la licencia para prestar servicios de telefonía móvil y transmisión de datos tanto a operadores como a usuarios de Estados Unidos, aunque desde la compañía aclararon que primero se concentrarán en brindar interconexión a otros proveedores de Sudamérica.

Pero como en toda fiesta, siempre se encuentran algunos globos desinflados y derrames de bebidas que estropean mesas que habían estado prolijamente decoradas; la fiesta de Antel no es la excepción. Debajo de la alfombra se esconde, por ejemplo, el decreto que establece que la prestación de servicios telefónicos a través de tecnología IP sólo puede ser ofrecida por el operador estatal. De esta manera, se les cerró las puertas a las empresas que quisieran ofrecer servicios de telefonía sobre IP (ToIP).

Un punto incongruente en la historia uruguaya, ya que es una de las naciones más avanzadas a nivel tecnológico en Latinoamérica, que siempre ha seguido manuales del primer mundo a la hora de tomar medidas.

Y claro, en un rincón siempre están los que se suman a la fiesta sin ser invitados y los que quieren empañar el festejo. En este caso, miembros del Partido Colorado denunciaron que entre junio y julio el país registró un promedio de velocidad de bajada de 1,73 Mbps, ubicándolo por debajo de países como El Salvador (1,75 Mbps), Zimbawe (2,92 Mbps), Argentina (3,19 Mbps) y Brasil (5,32).  “Lo que pasa es que Antel quiere hacer todo”, comentó el senador colorado, José Amorín para después agregar: “quiere ser monopólico en todos los ámbitos en que pueda. Al evitar la competencia con privados, el que sale dañado es el usuario”, agregó.

Otra mala pasada le habían jugado las redes sociales, donde sus usuarios publicaban furiosos tipeos denunciando fallas en el servicio de banda ancha.

Pero no todas son pálidas y el clima de festejo ya se venía gestando. Una antesala bien podría haber sido la reunión que los operadores estatales latinoamericanos mantuvieron en junio, con sede en Montevideo, donde Antel actuó como anfitrión. Allí se encomendó al operador uruguayo formalizar la creación de la asociación con sede en Uruguay y convocar a las empresas estatales de la región a integrarse a la entidad para elaborar un plan de acción común.

En esa ocasión, Antel se confirmó como líder entre sus pares estatales que esta semana lo felicitan gustosos por su nuevo cumpleaños y lo escuchan con atención sabiendo que el uruguayo tiene peso suficiente para definir el camino a seguir en la región.