Luego que la compañía paraguaya decidiera desmantelar los postes de su infraestructura que arriendan otros proveedores de cable por no recibir el canon correspondiente, el operador estatal aceptó con el gremio de cableoperadores suspender la acción e iniciar un tregua hasta este miércoles.
“Nosotros estamos obligados a cobrar tarifas desde el primero hasta el último poste que está siendo utilizado, no hay discusión de pagar lo que hay atrasado, eso tiene un costo financiero y lo atrasado debe pagarse con intereses”, sentenció con firmeza el presidente de Copaco, Mario Esquivel. Hasta aquí reinaba cierta lógica -más allá de la locura de haber salido a desmantelar postes y dejar cables al ras del piso.
Sin embargo, según un artículo de La Nación, cuando se consultó cuántos postes estaban involucrados y cuál era el monto de la deuda, los ejecutivos no supieron qué responder.
Voces no oficiales indican que hay alrededor de 30 compañías y que la deuda trepa hasta los 800.000 dólares. Sin embargo, la incertidumbre y el desconocimiento del propio recaudador es lo único confirmado.
Óscar Pedrozo, del departamento comercial de Copaco, señaló que los números finales de la deuda estarán listos este miércoles, día en que volverán a tener una reunión con la Cámara de Cableoperadores del país.