La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le impuso una multa de 30.000 dólares a Tigo por no haber cumplido con recambio de un dispositivo móvil que había reportado fallas dentro del término establecido.
El operador le envió al cliente una carta durante el decimoquinto día (límite del plazo legal) en la que le pedía al cliente que se acercará a la compañía para iniciar los trámites de cambio.
Por otro lado, La República informó que más tarde el operador obligó al usuario a que realizar otro trámite –sin justificación- que demoró la operación otros quince días.
Tras estos hechos, el usuario solicitó a la entidad la devolución del dinero en lugar del cambio de equipo y se quejó ante la SIC.
Las autoridades sancionaron a la compañía y recordaron que ninguna compañía puede pedir procesos o requisitos adicionales y que “los tiempos determinados deben cumplirse salvo que existan razones de fuerza mayor”.