Brasil: compartir infraestructura no afecta a la competencia siempre y cuando esté vigilada

El Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) dio el visto bueno a la ampliación del acuerdo que mantienen TIM y Oi para la compartición de infraestructura en Brasil. La autoridad analizó y verificó que no existen riesgos para la competencia y dio luz verde a la iniciativa, poniendo como una recomendación que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) fiscalice el progreso del acuerdo.

Las dos compañías mantienen vínculos de compartición desde 2013 y este año solicitaron pasar del modelo RAN Sharing al MONC (Multi Operator Core Networks), que también les permite compartir el core de la red. Las firmas están ahora autorizadas a aplicarlo tanto en la banda de 1,8 GHz como en la de 2,5 GHz, indicó TeleSintese.

Evitar el intercambio de información sensible entre los operadores y garantizar  la entrada de un nuevo competidor al acuerdo en condiciones isonómicas son algunas de las cuestiones que quedarán en las manos del regulador. También deberá atender eventuales movimientos en el mercado que puedan alterar las bases del acuerdo, como la posible fusión entre las partes, y cualquier tipo de cambio que pueda generar perjuicio a terceros como que por producto de la compartición algún municipio quede con una única red de telecomunicaciones.

Si el hecho de que los operadores tendrán menos gastos y esa reducción se pasará a los usuarios fuera un argumento insuficiente para hablar de los beneficios de la compartición, se pueden mencionar algunos otros: menos impacto visual, reducción en el tiempo de despliegue de infraestructura y coordinar o co-inversión que genere que cada vez más sitios cuenten con despliegues y, en consecuencia, nuevos servicios.

En este sentido, la mejor versión de la regulación parece estar la fiscalización de los acuerdos para evitar contraindicaciones tales como dependencia de operadores de su competencia o pocas posibilidades de elección por parte de los consumidores y no en la intervención, que podría convertirse es una herramienta útil pero para solucionar un problema que aún no existe o todavía más, generar controversias entre las empresas y desincentivar los acuerdos de este tipo.

La abogada y consultora en telecomunicaciones, Patricia Falconí Castillo, expuso sus ideas y analizó los pormenores de la compartición de infraestructura en el Foro de Regulación 2018. Entre los casos específicos, mencionó el éxito de su aplicación en Dinamarca, país que incorporó la opción en 1999 como forma de proteger el medio ambiente. La regulación solo sirvió como fiscalización y desde su implementación solo hubo una expropiación. Los resultados parecen no dejar dudas: aumento de densidad, cobertura y capacidad de redes móviles, menos costos traducidos en reducción de tarifas y sin afectación de la competencia ni a los usuarios.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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