Mauricio Ramos se siente confiado. La compañía que él lidera tocó ayer la campana en el Nasdaq y sus acciones se elevaron de 66 dólares a 68,67 en el primer día de cotización en los Estados Unidos. La foto de sus ejecutivos sonrientes es la coronación de un año de crecimiento para Millicom, luego de una serie de decisiones estratégicas que le significaron deshacerse de algunas operaciones y comprar otras, con el foco en ser un operador convergente con presencia casi exclusivamente en Latinoamérica.
La entrada en el Nasdaq es un paso más de esta estrategia o así es lo que nos quiere hacer creer Ramos, su CEO. Cotizar en los Estados Unidos significa que está listo para medirse con dos grandes competidores con los que ya comparte terreno de juego en algunas operaciones latinoamericanas: Telefónica y América Móvil. Si bien no lo hacen en la misma bolsa —Telefónica y América móvil están listadas en NYSE mientras que Tigo prefirió Nasdaq—, operar en el mismo país es para Millicom un paso más en su estrategia para fortalecerse en el mercado latinoamericano y convertirse en uno de los operadores líderes de la región.
Todavía es pronto para dar resultados al cierre de 2018 pero eso no le impidió a Millicom adelantar cómo se verán sus balances. Al contrario de Apple y Samsung, que adelantaron los resultados para dar malas noticias, Ramos aprovechó la situación para inflar el pecho y asegurar que cerrarían 2018 con un reporte más que saludable. A pesar de que los números todavía no están cerrados, el optimismo reina en el operador y los inversores responden con un alza en la cotización.
Millicom asegura que cerró el 2018 con 32,4 millones de suscriptores móviles, incluyendo cerca de 10 millones en sus redes 4G. Se trata de una adición de 3,2 millones en el último año. Además, afirma que aumentó en 400.000 la cantidad de hogares conectados a su red HFC —que ya alcanza 10,2 millones de hogares—, sumando unos 2,7 millones de clientes. Esto fue posible gracias al esfuerzo en inversiones y en adquisiciones de pequeños cableoperadores.
La compañía confía en que los números le permitan ofrecer un crecimiento de los ingresos mayor al que tenían previsto para 2018, que era entre dos y cuatro por ciento. El Ebitda se estima que cerrará dentro de las previsiones, situándose en un crecimiento cercano al tres por ciento anual.
Para 2019 se elevan las proyecciones con un crecimiento de los ingresos entre el tres y el cinco por ciento y un Ebitda que podría alcanzar un aumento entre el cuatro y el seis por ciento. Millicom tiene previsto invertir unos 1.000 millones de dólares en la región, incluyendo los 85 millones de dólares destinados a la compra de Cable Onda. La cifra representa 50 millones más que lo desembolsado durante 2018.
Millicom confía en que en 2019 comiencen a repagar las inversiones realizadas en la región y se mantenga el crecimiento constante. La visión es a largo plazo y el foco está en subir escalones en el podio para intentar medirse con los más grandes.
