Cambios en el mercado empujan a Osiptel a revisar regulación de tarifas de telefonía fija de Telefónica

Una de cal y una de arena vinieron en los últimos meses para Telefónica y su operación de telefonía fija en Perú. La empresa recibió en noviembre el revés del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) a su pedido de renovación de dos de sus licencias pero ahora se enfrenta a la posibilidad de que el Organismo Supervisor de la Inversión Privada (Osiptel) elimine la tarifa tope que le impuso como obligación para prestar el servicio.

El regulador propuso el proyecto en tres audiencias celebradas en Arequipa, Lima y Trujillo. Según el medio local Gestión, la iniciativa podría salir en marzo, poniendo fin a una regulación que está vigente desde hace ocho años. Los motivos son varios: el mercado abandonó su fase de expansión, cayó el tráfico y hay mayores elementos de competencia. Este último punto lo considera Osiptel aun contemplando que media docena de empresas comparten un 30 por ciento del mercado y el resto está en manos de la española.

“Se pasará de un régimen regulado a uno supervisado”, explicó el organismo en un comunicado en el que alertó que forman parte del proyecto reglas complementarias, como la obligación de la empresa de registrar al sistema de tarifas y avisar a sus usuarios eventuales aumentos con el doble de antelación que el establecido para el resto. También “se le prohíbe el aumento tarifario por la incorporación de más tiempo de llamadas fijo-móvil”. Quedará entre las facultades del regulador, además, reestablecer la regulación si lo considera pertinente.

“Ya los precios están bastante bajos, dado que el grueso del mercado –cerca del 90 por ciento– paga menos de 30 soles (nueve dólares)”, dijo el gerente General de Osiptel, Sergio Cifuentes. Hay un “estancamiento”: en septiembre de 2009 había 3,56 millones de líneas y al mismo mes de 2018 el número cayó a 3,01 millones. En el tercer trimestre de 2018 se dieron de baja más de 164.000 líneas.

Para Telefónica, al menos con las cartas mostradas hasta ahora, una de cal y una de arena han hecho buena mezcla. Es que el impacto de la decisión ministerial sobre sus licencias fue más simbólico que operativo puesto que la empresa tiene otros papeles para mantener vigente su servicio. A pesar de eso, la firma no ocultó su descontento y consideró que generaba una falta de previsibilidad que podrían afectar sus inversiones. La idea que avanza de Osiptel, en tanto, parece una buena noticia que al menos desde el discurso no se encontraba en las consideraciones del mercado.

La palabra flexibilización y creatividad ganan terreno en el mundo fijo de un operador que lidera, pero con manos atadas, el segmento de telefonía. Le servirá, acaso, para jugar, apuntar sus fichas y apostar. Osiptel seguirá supervisando, no le queda mucha opción, a la empresa que aún mantiene 2,13 millones de líneas de telefonía fija en Perú. Lo sigue, de lejos, América Móvil con algo más de 756.000.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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