Las cifras presentadas por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) sobre el número de accesos a telefonía móvil ponen en alerta a los operadores del servicio en Argentina. Es que a septiembre de 2018 se registró el peor número de líneas pospago de, al menos, los últimos seis años. La caída de este segmento se observa en prácticamente todos los informes trimestrales del regulador desde 2013, último año del que tiene registro en su página oficial.
La baja que está sufriendo Argentina en el mercado celular es comparable con la de otros países de la región. Influyen en ella distintos factores, entre ellos cuestiones económicas adversas que afectan a los sectores menos favorecidos y saturación luego de haber superado la barrera del 100 por ciento en penetración. Algo parecido se ha visto en Brasil, donde se habla más de limpieza que de pérdida, pues muchas de las líneas desactivadas son las que ya no generan rédito económico para las empresas.
Sin embargo, el de Argentina no es un caso más si se tiene en cuenta que parte de la baja registrada en consecuencia de una caída en la modalidad pospago, la más importante en términos de ingresos para las compañías que ofrecen el servicio. Al tercer trimestre, Enacom registró 6,5 millones de accesos de este tipo frente a las más de ocho millones informadas en igual período de 2013.
En cuanto a los totales, a septiembre de 2013 había 67 millones de accesos. Un año después, se informaron 61,3 millones y luego siguió la caída, con un repunte en 2016, para volver otra vez a la baja. Al cierre de septiembre de 2018 había un total de 59,1 millones, de las cuales el 88 por ciento era prepago. Para ese momento. la penetración celular había caído a 132,7 por ciento, lejos del 159,3 por ciento que se habían informado en 2013.
La explicación a los cambios desfavorables en el mercado local, o parte de ella, está en la inflación que golpea al país, advirtió iProfesional. Según cifras oficiales, la suba de precios en el rubro de comunicaciones en lo que va del año fue de 7,4 por ciento, muy por encima del promedio general de 2,9 por ciento. En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, el ítem tuvo un alza de 14,3 por ciento en el primer mes del año.
Las empresas escogen hablar de “actualización” de precios en vez de alza. Se quejan, incluso, de que las facturas de servicios móviles en Argentina están por debajo de lo que se cobra en otros países. Al mismo tiempo, admiten, la recesión empuja a los usuarios al servicio prepago. “La realidad es que el que no tiene plata y tiene un plan prepago, tiene la posibilidad de dejar de cargar tarjetas y así no está gastando. La gente hace eso antes de dar de baja la línea”, agregó el especialista en telecomunicaciones Enrique Carrier.
Telefónica Argentina informó en el tercer trimestre un ARPU móvil de 4,2 euros, la mitad que un año atrás. La devaluación del peso sobre la moneda extranjera podría explicar parte de la drástica reducción interanual, que no fue tan grande en otros períodos. Entre el segundo trimestre de 2017 e igual período posterior el valor promedio por usuario pasó de 8,7 euros a 7,5 euros. Claro mostró un mejor ARPU en 2018 pero sus resultados también incluyen la operación de la empresa en Paraguay y Uruguay y no distingue por tipo de servicio. Telecom Argentina, en tanto, marcó un incremento en el ingreso promedio por usuario móvil en el orden del 22 por ciento interanual, pero, en este caso, medido en pesos argentinos.
En este contexto, los operadores intentan mantener a sus usuarios con una serie de promociones, tales como zero rating o beneficios por recargas, concentradas en la fidelización. La flecha hacia abajo en los dos segmentos da como resultado una caída que resulta mala combinación para los proveedores de servicio. Con la portabilidad funcionando, estará en la mano de las empresas implementar estrategias inteligentes para cambiar caída por alza o reducir el impacto de la baja en sus finanzas.
