“Las pruebas gratuitas no se ofrecen actualmente a tu país”, inicia el cartel con el cual Netflix avisa a sus usuarios de España y la mayoría de mercados latinoamericanos que ya no habrá 30 días de prueba. Hay excepciones, como el caso de Brasil, en donde a la fecha siguen funcionando. El OTT aduce que su objetivo es “entender mejor el valor de la plataforma” pero está claro es prueba irrefutable de su consolidación.
Sin entrar en detalles de cuestiones de marketing, la prueba gratuita dejó de ser necesaria para promocionar un servicio no lo suficientemente conocido porque esta situación ya no aplica a Netflix. La determinación se conoce luego de que el OTT aplicará aumentos en casi todos los mercados donde participa bajo dos argumentos centrales: inflación y financiamiento para productos propios —el fin de las pruebas gratuitas podrían ir en este mismo sentido—.
Desembarco a nuevos países, series multipremiadas y acuerdos con operadores para incorporarse como parte de sus portafolios fueron algunas barreras que venció la empresa antes de quitar el periodo de prueba en los sitios mencionados. Según el portal argentino Infobae esto comenzó a ocurrir el 18 de marzo. Al momento, la plataforma mantiene tres tipos de planes o precios: básico, estándar y Premium, en los que varía la calidad de imagen (SD, HD y Ultra HD y el número de dispositivos simultáneos.
Netflix obtuvo ingresos por 4.189 millones de dólares en el último trimestre de 2018, cifra 27,5 por ciento superior a lo obtenido un año atrás. Cuenta con 139,2 millones de usuarios que pagan por el servicio, de los cuales 58,5 millones se encuentran en Estados Unidos y el resto en otros mercados. Sus previsiones para el primer trimestre de 2019 son de crecimiento tanto en facturación como en clientes; espera terminar marzo con 148,6 millones de usuarios pagos. Quedará revisar en el próximo reporte el destino de los casi 10 millones de accesos de prueba, de los cuales 7,1 millones correspondían al mercado internacional.