Si se mantienen las cifras observadas en los últimos meses, la fibra óptica pasará a ser la principal responsable de los accesos a banda ancha en Brasil el año próximo. La incorporación de dos nuevos proveedores por día será útil para mantener la línea hacia arriba. Los casi 10.000 pequeños proveedores existentes se mantienen en movimiento y ponen en los grandes players el desafío de no seguir perdiendo terreno.
Información de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) da cuenta que en la actualidad xDSL es la tecnología dominante al ser responsable del 41,3 por ciento del total. Lo sigue el cable módem, con un 30,4 por ciento y recién en tercer lugar aparece la fibra óptica con un 20 por ciento. Completan la lista otras tecnologías como la satelital, que experimentó un crecimiento exponencial en los últimos años.
Entre febrero de 2018 e igual mes del año siguiente se incorporaron 2,7 millones de accesos por fibra, lo equivalente a 232.276 por mes. En tanto, se desconectaron o migraron de xDSL 1,09 millones o 90.959 cada 30 días. De mantenerse esta tendencia será en junio de 2020 el momento en que se registren más accesos por fibra que por cualquier otra tecnología. Cable módem se ubicará tercero mantenga o no el crecimiento mensual promedio de 28.160 accesos informado en el último año.
El primer semestre de 2020 terminará, de mantenerse la tendencia, con 10,3 millones de accesos por fibra y 10,2 millones por xDSL. Cable módem completará el podio con 9,9 millones. También el patrón marca que la banda ancha se mantendrá en crecimiento en Brasil, pasaría de 31,3 millones de abonados en febrero de este año a 31,4 millones para la mitad del año próximo.
Los pequeños proveedores son hoy responsables del 57 por ciento del total de accesos por fibra óptica, señaló Teleco, y del 26,5 por ciento del mercado general. En este contexto, el aumento esperado para la fibra pone en mejor posición a las empresas sin pisada nacional. Hace unos meses el regulador brasileño cambió la definición de pequeño proveedor: antes se consideraba así a quien preste servicios a hasta 50.000 usuarios y ahora corresponde a quien no tenga participación mayor al cinco por ciento en un mercado.
A fines de diciembre se había desplegado fibra en 3.589 de los 5.700 municipios existentes Brasil, el 64 por ciento. Se incorporaron 138 en los últimos 12 meses y ahora se alcanza con esa tecnología al 89,4 por ciento de la población local. Oi, que fue uno de los más perjudicados por el crecimiento de los pequeños, es el operador con más municipios cubiertos por fibra (2.235) y se prepara para duplicar sus redes FTTH hasta 62 ciudades para cuando termine el año.
El cambio en la forma de acceso seguramente mueva también los registros de velocidad. A 2018 la mayoría de los suscriptores, el 31,5 por ciento, accedía a entre 2 y 12 Mbps mientras que el 26,1 por ciento lo hacía a más de 34 Mbps. El promedio de velocidad de Internet fijo en el país es de 24,6 Mbps, con picos en las unidades federativas de San Pablo y Distrito Federal.
El liderazgo de Claro hasta ahora no corre riesgo en el segmento de banda ancha fija en Brasil, pues la filial de América Móvil concentra el 30 por ciento del mercado. Lo sigue Vivo, con el 24,3 por ciento y Oi con el 19,2 por ciento. El resto entra en “otros”, un segmento que promete seguir creciendo y poniendo presión a los líderes. Mientras tanto, las inversiones en fibra de todos los operadores locales traen como consecuencia una suba de la tecnología que le permitirá ser dominante en 14 meses, o quizás antes.
