La Subsecretaria de Telecomunicaciones (Subtel) realizó la apertura de propuestas para la primera asignación de zonas del proyecto Wi-Fi 2.0, que tiene como objetivo dotar de Internet inalámbrico sitios públicos en el país. Estaban en juego 600 zonas pero el interés de postulantes privados se concentró sobre 197 de ellas. Las que no fueron ni sean otorgadas en el proceso se incluirán en la segunda etapa, que contempla otros 600 sitios.
Servicios de TV Cable Comunicación y Administración Bernardita Sánchez ROA se postuló para hacerse cargo de 32 zonas en el área Tarapacá Costa. Chile TV Cable presentó su oferta para los 40 sitios en Coquimbo Sur y Comunicaciones Salto del Soldado Limitada hizo lo propio para las 38 zonas de Valparaíso Cordillera. En tanto, Interbis Telecomunicaciones se postuló para un total de 87 sitios distribuidos en las áreas Metropolitana Cordillera y Metropolitana Costa.
“Hago un llamado a las empresas para que participen, ya que las zonas WiFi gratuitas democratizan la conectividad y ayudan reducir la dolorosa brecha digital que existe actualmente en el país”, señaló la subsecretaria sectorial Pamela Gidi. El comunicado deja en evidencia que no hubo ofertas por 13 de las 18 áreas de postulación, entre las que aparecen Arica y Parinacota Norte y Atacama, entre otras. Las propuestas de interesados serán analizadas hasta el 11 de septiembre.
La iniciativa es parte del plan Iluminemos Chile 2025, definido en el programa de gobierno que contempla implementar 1.200 zonas sin costo para usuarios adicionales a las 1.244 que ya existen en el país. Para las dos nuevas etapas el Estado otorgó un subsidio total de 8.546 millones de pesos (11 millones de dólares). Como los sitios están emplazados en las 16 regiones del país, el proceso se distribuyó en 35 áreas.
Los puntos Wi-Fi contarán una velocidad de acceso promedio de 140 Mbps de bajada y 35 Mbps de subida por zona, lo que asegura desde 2 Mbps por usuario. Deberán permitir la conexión simultánea de 70 personas y tendrán que contar con distintas herramientas que aseguren la protección de los usuarios. Quizás el contexto, quizás las bases o un mix de argumentos expliquen por qué en la primera etapa solo hubo interés por menos de un tercio de los sitios en disputa.
