La meta de la transformación tiene como base la conectividad. Por eso, los distintos países de la región han avanzado en articular sus políticas para promover el acceso y generar las condiciones de transformación digital. El último panel del Foro Virtual de Regulación, moderado por Sebastián Cabello, CEO de SmC+ Digital Public Affairs, se dialogó sobre las distintas iniciativas que Perú, Brasil, Argentina y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizan para poder sentar las bases que permitan la transformación digital.
“Nuestro principal instrumento para proporcionar una infraestructura adecuada es a través de las subastas de frecuencias y sus obligaciones. Además, estamos también muy involucrados en la simplificación regulatoria y la promoción de servicios de integración con el Gobierno Federal de Brasil”, indicó Taís Niffinegger, directora de Relaciones Internacionales de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).
Un tema importante tiene que ver con la articulación entre los diferentes organismos dentro del gobierno para definir las políticas públicas de transformación digital, que se vuelve un tema transversal a la estructura de gobierno. En Brasil, por ejemplo, Anatel trabaja conjuntamente con el Ministerio de Comunicaciones, Ministerio de Economía y con otras agencias, como el Gabinete de Seguridad de Presidencia de Brasil para temas de seguridad cibernética. Y, también, un trabajo en conjunto con el Congreso Nacional para la definición de normas que involucren al sector.
En Perú, la articulación tiene espacio en los canales formales de consulta pública, aunque José Aguilar, director General de Política y Regulación en Comunicaciones del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones (MTC) planteó que desde la pandemia se han abierto algunos espacios de mayor coordinación. “En el mes de mayo del año pasado, Perú habilitó el tema de asignación temporal de espectro y, a cambio, el Estado podía ganar un cierto número de localidades o instituciones públicas conectadas. En ese momento, lo primero que pensamos fue trabajar con el Ministerio de Salud para poder conectar las postas y hospitales”, recordó.
“Quedó un poco a la vista durante estos tiempos de pandemia la fuerza que tuvo la transformación digital. Y todo esto se basó en conectividad. Entonces, la prioridad que tenemos es conectar. Como Subsecretaría TIC, estamos en permanente interrelación con otras subsecretarías dentro de la Secretaría de Innovación Productiva, y con la Secretaría de Asuntos Estratégicos que trata mucho el tema de digitalización, con Cancillería, con el Ministerio de Producción y con la Subsecretaría de Economía del Conocimiento, trabajando en diferentes ejes que involucran conectividad, digitalización y transformaciones digitales”, apuntó Juan Gnius, Nacional de Planeamiento, Convergencia y Universalización, Subsecretaría de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Argentina.
Para Antonio García Zeballos, coordinador de la Plataforma de Banda Ancha del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el tema de infraestructura es clave para la transformación digital pero también tiene que atenderse otros temas regulatorios y de otras infraestructuras como el tendido eléctrico o las canalizaciones de agua. Pero, fundamentalmente, hay dos temas: “el primero está asociado a las habilidades digitales. La pandemia ha demostrado que hay países o regiones donde falla la conectividad pero, adicionalmente a esto, hay un problema y es que las poblaciones no sabe cómo usar el acceso a Internet para aplicaciones de educación, salud, gobierno electrónico o incluso el desarrollo de soluciones que impacten en el desarrollo económico y productivo. El otro tema, es todo lo que tiene que ver con la financiación y la creación de modelos financieros con participación público-privada”, apuntó.
Para el BID, hay tres temas claves a la hora de evaluar un proyecto para financiar. El primero es claridad sobre el proyecto, el segundo es que el país cuente con la capacidad de llevarlo adelante y el tercero es contar con un ministerio con capacidad de coordinación entre las distintas áreas y con capacidad de diseñar políticas públicas que favorezcan el despliegue. El tercero, y último, es el análisis del modelo económico financiero, es decir, del costo beneficio asociado a las inversiones.
El BID está financiando la expansión de la Red de Fibra Optica Argentina (Refefo) de Arsat que, a su vez, acaba de anunciar una colaboración con Chile para la construcción del nuevo cable submarino transpacífico. La articulación entre países, que fue valorada por Gnius, también fue destacada por Niffinegger, de Brasil. “Estamos en permanente contacto con organismos internacionales y con otros países. Creo que s algo muy importante para saber las mejores prácticas, intercambiar experiencias con otros que ya están más avanzados que nosotros”, agregó.
En la agenda de los países quedaron algunos temas pendientes como el sandbox regulatorio —que Brasil está evaluando con inspiración de Colombia—, las definiciones de espectro para Wi-Fi 6, los cambios en los cánones de espectro para fomentar las inversiones y la hoja de ruta para la adjudicación de nuevas porciones de espectro. La conectividad es la base de todos los trabajos pero quedó claro que los reguladores y decisores de políticas públicas están convencidos de que la colaboración es el camino para lograr una transformación digital. Poder generar los espacios de articulación es el desafío que hoy se presenta.
