Vivo, el operador subsidiario de Telefónica en Brasil, avanza en sus pruebas sobre Open Ran y proyecta su implementación comercial en zonas rurales pero también en recurrir a las redes privadas para evolucionar sobre la Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), cuyas experimentaciones se desarrollan en Petrolina (PE) y Juazeiro (BA).
La empresa prevé lanzar servicios comerciales sobre el estándar abierto y sobre la red 4G por considerar que falta madurez para una implementación masiva de Open RAN en la generación siguiente.
Átila Branco, directora de planificación de la red de Vivo, explicó a Teletime este enfoque hacia las tecnologías de redes de acceso abierto y con desagregación de proveedores, señaló que “hay espacio para proyectos greenfield”, al tiempo que sostuvo que “hay regiones rurales y muchas demandas de redes privadas y de IoT que se pueden abordar”.
“Este espacio será ocupado: ahora es un nicho y se expandirá” dijo Branco y analizó que las soluciones RAN actuales, que pueden sumar hasta 9.000 funcionalidades, demandaría que la empresa sólo necesite 50 para atender algunos de estos casos de uso. “A veces nos vemos obligados a comprar redes diseñadas en contextos globales pero que difieren de la necesidad de un cliente en una determinada región”, apuntó.
“La relación del operador con la tecnología cambia, no es algo que se resuelva en un clic, hay que adaptarse y buscar socios”, afirmó esta ejecutiva que, además, subrayó que se trata de un tema más operativo que tecnológico, que los proveedores tendrán nuevas preocupaciones con la arquitectura de software y de hardware, y que esta tecnología ofrecerá una reducción de hasta un 30 por ciento en el costo de capital.
A los ojos de Branco, la colaboración entre las empresas de telecomunicaciones permitirá “homologaciones compartidas a nivel base”, y que esta apuesta no implica la ruptura de los jugadores tradicionales, sino que deben apuntar cada vez más a Open RAN para “transformar” el segmento en una nueva línea de ingresos.
