Telecom tuvo un balance con claroscuros en el primer semestre del año. Sus números mostraron contracciones en los ingresos en general respecto a lo sucedido en el mismo período de 2020 y soportó una pérdida neta, en parte por las características macroeconómicas propias de este país. Las ventas consolidadas de la mayor operadora de telecomunicaciones de la Argentina se redujeron un 8,6 por ciento, hasta los 180.018 millones de pesos (1.859 millones de dólares) contra 196.999 millones de pesos en la comparación interanual (más de 2.000 millones de dólares al cambio actual).
Esto se tradujo en un nuevo resultado negativo para la compañía que registró una utilidad de explotación de 5.305 millones de pesos (54,7 millones de dólares), un 75,6 menos en la comparación interanual, y una pérdida neta de 1.672 millones de pesos (17 millones de dólares) al realizar los ajustes por inflación de acuerdo a la resolución 777/18 de la Comisión Nacional de Valores de este país. Pérdida que, no obstante, fue compensada por la utilidad de explotación y la reducción de la deuda.
La razón de este comportamiento hay que buscarla en el contexto inflacionario de la Argentina que, en el primer semestre del año, fue de 25,3 por ciento de acuerdo a datos oficiales, con una previsión en torno al 50 por ciento para cuando cierre 2021, en consonancia con el 50,2 por ciento expresado en el balance de la operadora.
Las ventas por servicios se ubicaron en los 167.085 millones de pesos (1.724 millones de dólares), un 10,2 por ciento menos que lo registrado en el primer semestre de 2020. Y esto sucedió aún cuando la principal Telecom Argentina sumó clientes en todos los servicios que ofrece, telefonía móvil, banda ancha y televisión paga.
Personal, su servicio móvil, totalizó 19,3 millones de clientes en el primer semestre, 460.000 más que en el mismo lapso de 2020. A estos deben añadirse otros 2,18 millones de clientes de Núcleo, la marca con la que opera en Paraguay. En banda ancha, servicio que presta a través de Fibertel, agregó 62.000 abonados hasta los 4,2 millones de clientes, mientras que en televisión paga Cablevisión mantuvo los 3,5 millones en los que se mueve desde hace un tiempo largo, aunque sumó unos 20.000 clientes nuevos.
La operadora también informó que las inversiones se ubicaron en los 41.705 millones de pesos (430 millones de dólares) en esta primera mitad del año, equivalente a un 23,2 por ciento de las ventas consolidadas.
El dinero desembolsado se orientó a mejorar la transmisión y velocidad de acceso de los servicios de televisión por cable e Internet, a desplegar cobertura y capacidad de 4G para sostener el crecimiento de la conectividad móvil, a la ampliación de redes de transmisión y transporte para unificar las diferentes tecnologías de acceso y reconvertir el parque de cobre a redes de fibra óptica o híbridas, y a los sistemas de contacto con los clientes.
En cuanto a los ingresos alcanzados por cada uno de los servicios, los móviles totalizaron 67.633 millones de pesos (698,4 millones de dólares) contra 74.200 millones de pesos del primer semestre de 2020 (766 millones de dólares al cambio actual), es decir, 8,9 por ciento menores. Internet móvil representa el 73 por ciento de la venta de esta unidad de negocios. Los clientes pospagos representan el 42 por ciento del total de la base y el ARPU de este segmento se ubicó en los 5,42 dólares.
La televisión paga totalizó 35.665 millones de pesos argentinos (368 millones de dólares), unos 3.900 millones menos que en el mismo lapso de 2020 y el ARPU mensual se ubicó en 1.586,9 pesos (16,3 dólares) contra 1.885,5 pesos (19,4 dólares) en la comparación interanual.
En cuanto a la banda ancha fija, los ingresos totalizaron 37.535 millones de pesos (387,5 millones de dólares) contrastando con los 42.600 millones de pesos (439 millones de dólares) del mismo período de 2020. El ARPU de banda ancha fue de 1.443 pesos argentinos (14,9 dólares) contra 1.775 pesos (18,33 dólares) del primer semestre de 2020.
El segmento de telefonía fija y datos totalizó 25.884 millones de pesos (267,3 millones de dólares) contra 30.200 millones de pesos en la comparación interanual. El ingreso promedio mensual facturado por usuario (ARBU) alcanzó los 656,6 pesos (6,77 dólares) contra 780,1 pesos (8,06 dólares).
El segmento que registró un comportamiento con cifras en alza, inclusive por encima de los ajustes por inflación, fue el de la venta de equipos. La facturación subió hasta los 12.933 millones de pesos (133,5 millones de dólares), más de 3.700 millones de pesos más (38,2 millones de dólares) que en el primer semestre de 2020. Esto se explica, principalmente, por la escasa disponibilidad de teléfonos que hubo el año pasado en este país.
La Argentina se abastece de celulares integrados en la isla de Tierra del Fuego, cuyas fábricas estuvieron prácticamente paradas en el primer semestre de 2020 y las operadoras tenían limitada la posibilidad de estoquearse para satisfacer la demanda. Las plantas del sur del país comenzaron a operar en mayo con turnos reducidos y niveles de producción mínimos y en julio la actividad volvió a verse interrumpida por casos de Covid-19 y por conflictos gremiales. Recién en septiembre se retornó a cierto ritmo de producción más o menos constante.
Finalmente, la compañía informó que, al 30 de junio, la deuda financiera neta alcanzó los 189.342 millones de pesos (1.955 millones de dólares), un 13,7 por ciento menor que los 219.323 millones de pesos (2.254 millones de dólares) registrados al 31 de diciembre de 2020.
